Cuando acudimos al gimnasio a entrenar siempre tenemos en cuenta una serie de variables. Entre las más habituales están la rutina que vamos a seguir, los ejercicios
que van a conformar la misma, que estarán enfocados para una u otra
finalidad que dependerá mucho de lo que estemos buscando. Además de
todas estas variables siempre tenemos muy presente el número de
repeticiones, las cargas utilizadas, las series
y la parte del cuerpo que vamos a trabajar. Pero en lo que casi nunca
reparamos es en los agarres, algo muy importante que casi siempre
descuidamos.
En esta ocasión nos vamos a detener en
esta variable importante a la hora de conseguir un resultado mucho más
sorprendente. En contra de lo que muchos piensan, el agarre tiene una
función muy importante a la hora de avanzar en la ejecución y desarrollo
correcto de un ejercicio. Existen muchas posibilidades de agarrar un
abarra o una máquina, y por ello queremos que a partir de ahora
reparemos en ello y en los beneficios que nos aportarán a la hora de
trabajar de una u otra manera cada grupo muscular del cuerpo.
Apertura del agarre
En primer lugar nosotros nos vamos a
detener en la apertura del agarre. Es cierto que para muchas personas
cualquier tipo de manera de agarrar un aparato es siempre el mismo,
cuando existen varias maneras. La apertura del mismo es una de las más
importantes. Una barra o una máquina normalmente suelen tener diferentes
maneras de agarre que nos ofrecen una u otra apertura. Dependiendo de
la apertura y el ejercicio involucraremos a unos músculos u otros. En el
caso del pecho si el agarre es cerrado trabajaremos más el tríceps,
mientras que cuanto más abramos más amplitud daremos a los músculos
pectorales y a su entrenamiento. Algo parecido sucede con los dorsales.
Por
norma general, cuando trabajamos con agarre cerrado el trabajo y la
tensión se concentrará más en las partes más internas de ese grupo
muscular. Es una manera de trabajar músculos que muchas veces no se
tienen tanto en cuenta y que se encuentran en posiciones más complicadas
de tocar. Si utilizamos un agarre más abierto lo que haremos será
trabajar las partes más externas de ese grupo muscular. Se trata de
realizar un trabajo de amplitud que conlleva normalmente un mayor
desarrollo de ese grupo muscular.
Orientación del agarre
Otro punto a tener en cuenta en lo que
a agarres se refiere es el ángulo del mismo. A nuestra disposición
existen infinidad de agarres, sobre todo si nos detenemos en las poleas.
Por ello nosotros vamos a acotar y valorar las diferencias entre la
orientación del agarre. Por ello nos detendremos en el agarre
horizontal. Normalmente consiste en colocar
la mano de modo horizontal. Suele ser el agarre más usado, ya que es la
manera más cómoda para la mano de asir un objeto. Es cierto que este
tipo de agarre nos permite desarrollar más fuerza , pero no trabaja
músculos más complejos y escondidos, ya que suele incidir sobre los
músculos que más usamos habitualmente sin más.
Por otro lado
podemos asir el agarre de manera vertical. Esta forma de agarre no suele
ser tan habitual a la hora de hacer deporte, lo que hará que los ejercicios
que realicemos con este modo de agarre sean más ¡efectivos e impacten
más en los músculos, pues se tratará de un movimiento no habitual para
los músculos. Eso sí, nos permite desarrollar menos fuerza y la
incidencia se centrará en músculos más pequeños y complejos de trabajar
de manera convencional. Por ello este tipo de agarre es esencial para
completar el entrenamiento total del cuerpo. Para ello es conveniente
combinar ambos tipos de agarre para conseguir un entrenamiento completo.
Agarres flexibles
En último lugar nos vamos a detener en los
agarres flexibles que suelen utilizarse en poleas y en algunas máquinas
más modernas. Estos agarres tienen la cualidad de moverse de manera
multi-direccional, es decir, que se adaptan a la perfección a nuestra
manera de mover el cuerpo y a las necesidades del ejercicio. Esto nos
permitirá una mayor comodidad en el entrenamiento, pero siempre
tenderemos a realizar el mismo movimiento que de manera natural tiene
nuestro cuerpo, trabajando así siempre los mismos músculos y de la misma
manera. Por ello es esencial combinar todo tipo de agarres para evitar
que los músculos se acomoden y hagan siempre lo mismo.
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