¿Te has preguntado por qué al comenzar una actividad física, sobre todo
de carácter aeróbico, al principio has ido completamente ahogado?
En este artículo voy a explicar qué ocurre en esos momentos iniciales.
La transición de un estado sedentario a uno activo es toda un proceso
fisiológico donde se movilizan gran cantidad de recursos de tu sistema
Atendiendo en qué consiste este mecanismo tan experimentado podrás realizar dicha transición de manera más confortable y segura.
¿Por qué me siento sin aliento en los primeros minutos de comenzar el ejercicio?
Si sientes esto mismo, te aseguro que no te ocurre a ti solo. La
sensación de ir exhausto o ahogado al comenzar la rutina es totalmente
normal, además que le sucede hasta a los atletas más entrenados.
A pesar de que puedas sufrir una ligera “desmoralización” en ese
momento, que te sirva como recordatorio de por qué es tan importante el
calentamiento o “warm up”
Los cambios fisiológicos que permiten mantener el ejercicio en un estado
activo se producen en todos los deportes. Pero la pesada sensación de
fatiga y falta de aire es muy común que suceden en deportes tales como:
ciclismo, running, natación o aquellos de alta intensidad, tal como uno
que está muy de moda, el crossfit.
La sensación es causada por el tiempo de retraso d el cuerpo en la
entrega de “combustible” en la cantidad adecuada hacia los músculos que
recién comienza a “funcionar” a mayor capacidad.
Para que los músculos se contraigan, requieren de energía en forma de
ATP (adenosín trifosfato). El problema radica en que sólo disponemos de
suficiente ATP para esfuerzos de hasta aproximadamente 10 segundos, y
que pasados tales, el sistema necesita inmediatamente volver a
“recargar”.
El cuerpo utiliza diferentes vías energéticas para proveer de “fuel” al músculo, incluyendo:
Anaeróbica glucolítica
Aeróbica glucolítica
El sistema anaeróbico ofrece de 2 a 3 minutos para mantener el ATP, pero
pronto, se necesita cambiar a otra vía, la aeróbica, para continuar con
la recarga de ATP y llevar la energía al músculo.
Aeróbico significa “con oxígeno” y este sistema utiliza gran cantidad
del mismo para convertir el glucógeno almacenado, grasa e incluso ácido
láctico en energía. Una vez estabilizado este sistema, el músculo es
capaz de contraerse durante horas.
Pero es precisamente el cambiar de un sistema a otro lo que genera una
“deuda de oxígeno”, hasta que tu organismo capta el mensaje y moviliza
el oxígeno para alimentar a los músculos y facilitar la glucólisis
aeróbica
Síntomas durante el comienzo del ejercicio
En esos momento sentirás una sensación de quemazón en los músculos y
poco agradable, y comenzarás a respirar rápidamente a la par de
incrementar el suministro de oxígeno a los músculos.
Aunque parezca controversia, a pesar de recién comenzar, ya te parecerá
que lleves varios minutos, y si de running se trata, las piernas
parecerán que te pesen e incluso como si las tuvieras congestionadas.
El corazón comenzará a bombear más rápido para permitir una mayor oxigenación, y transporte de nutrientes hacia todo el cuerpo.
Pero acabada la “transición” ya habrá pasado ese cierto malestar
inicial, y tu tasa respiratoria se mantendrá estable, pero a un ritmo
adecuado que te permita seguir entrenando con normalidad.
La importancia de calentar
Para algunos, notar todo este proceso puede suponer un gran impedimento
de cara a continuar con el propio ejercicio, ya que la sensación de
fatiga puede ser alta inclusive. Por ello debes tener en cuenta el punto
principal:
Se trata de una transición de un estado basal para adquirir un ritmo adecuado con el cual permitir realizar una actividad física
En este sentido cobra mucha relevancia calentar de manera gradual, para
precisamente evitar que sea el ejercicio objetivo el que nos “valga” de
calentamiento.
Calentar te permitirá evitar todo el “sufrimiento” inicial descrito,
además que seguro que tu motivación será mucho mayor y ello te conducirá
a realizar un gran entrenamiento.
Conclusiones
La próxima vez que comiences a realizar un ejercicio, y te ocurran estos
síntomas mencionados, visualiza en tu cabeza qué proceso está siendo
llevado a cabo por tu “máquina” y lo realmente sorprendente que llega a
ser el organismo humano para adaptarse a una nueva situación de estrés.
Cuanto más entrenados estés, tal vez estos síntomas disminuyan, fruto
ello de que estés aumentando tu capacidad física, tu corazón se haga más
fuerte y mejore el transporte de oxígeno, aumenten los vasos capilares,
y los anteriores se hagan más anchos y elásticos, y disminuye la
presión arterial
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sábado, 3 de agosto de 2013
Intervalos para perder grasa
Este estudio se realizó sobre 3 grupos de mujeres. Uno de los grupos no realizó ningún tipo de ejercicio, el segundo grupo se asignó a un programa de cardio tradicional a un ritmo continuado (resistencia). El tercer y último grupo fue asignado a un programa de cardio a intervalos, alternando tiempos de máximo esfuerzo con periodos de descanso.
A todas las mujeres se les hicieron test de VO2 (resistencia aeróbica), test de grasa corporal (con escáner DEXA) y test de sangre en ayunas para concentración de glucosa, insulina y leptina. Estos test se realizaron en la primera y última visita, antes y después del programa de entrenamiento. También se registró lo que habían comido los 3 últimos días.
El grupo con el programa de cardio tradicional comenzó realizando entre 10-20 minutos de bicicleta 3 veces por semana. El programa duró 15 semanas durante el cual fueron gradualmente aumentando hasta los 40 minutos de ejercicio por sesión. La resistencia de la bicicleta también se fue aumentando.
El grupo de entrenamiento a intervalos realizó intervalos de 8 segundos de sprint seguidos de 12 segundos de pedalear a ritmo lento. Las mujeres realizaban esta secuencia todas las veces que les fuera posible, hasta llegar a un máximo de 60 repeticiones del ciclo sprint/descanso (lo que hace un total de 20 minutos). Al principio muchas de ellas no podían completar los 60 ciclos, pero durante las semanas fueron mejorando. La resistencia de la bicicleta se fue aumentando durante el transcurso del estudio. El entrenamiento se repitió 3 veces a la semana durante 15 semanas.
Los resultados
* El gasto de energía total estimado fue el mismo para ambos grupos después de las 15 semanas, sin haber diferencias en la dieta.
* Como era de esperar el pico de VO2 (es decir la resistencia aeróbica) de ambos grupos aumentó.
* El grupo de los intervalos perdió peso, mientras que el grupo de control y el de cardio tradicional no lo hicieron. Lo que es más importante, el grupo que entrenó a intervalos perdió 5,5 libras (2,5kg) de grasa mientras que el grupo de cardio estático (tradicional) ganó 0,7 libras (318gr) de grasa.
Entrenamiento de musculación y fuerza
* Lo que es más interesante, las 4 mujeres del grupo de intervalos que perdieron menos grasa eran también las que estaban más definidas al principio del estudio. Si estas mujeres hubiesen sido sacadas del estudio la media de pérdida del grupo se hubiese elevado a 8,7 libras de grasa (3,95kg).
* El grupo de intervalos tenía una reducción significativa de grasa en la zona central abdominal, mientras que los otros 2 grupos tenían un pequeño aumento (estadísticamente insignificante). Además se observó una ligera tendencia en el grupo de intervalos a perder grasa en la zona de las piernas.
* El grupo de intervalos aumentó su masa muscular en el tronco, mientras que este aumento no se observó en los otros grupos.
* Ambos grupos decrementaron la insulina en ayunas.
* La leptina bajó sólo en el grupo de intervalos tras el entrenamiento como sería de esperar al perder masa muscular.
¿Qué quiere decir todo esto?
Al final, los resultados de este estudio muestran que el entrenamiento a intervalos puede conllevar una pérdida de grasa mayor que el cardio estático cuando se realiza de la forma presentada. El estudio también sugiere que esta forma de entrenar puede ser más efectiva para perder masa grasa y ganar masa muscular especialmente en el tronco.
Otro punto importante del estudio es que las personas con menor índice de grasa tienden a perderla de forma más lenta, sin importar el tipo de entrenamiento que estén realizando. Es de destacar que las mujeres que participaron en el grupo de intervalos tenían un índice de grasa del 35,1% mientras que las que realizaron cardio estático comenzaron al 31,7%.
Aunque se afirmó que estas diferencias no eran estadísticamente significativas, no se puede ignorar el hecho de que el empezar con mayor índice de grasa puede haber contribuido a que los resultados sean mejores en el grupo de cardio a intervalos. También hemos de tener en cuenta que ninguno de los gurpos del estudio era excepcionalmente delgado al comienzo, así que este estudio puede no ser tan relevante para individuos con un índice de grasa bajo. De hecho, las mujeres que no perdieron tanta grasa en el grupo de intervalos estaban cerca de un índice de masa corporal de 21.
También hacer notar que aunque se hizo un control dietético al principio y al final del estudio, es posible que hubiese diferencias en la dieta durante las 15 semanas. Siendo más específicos se sabe que el entrenamiento de alta intensidad tiende a eliminar el apetito, mientras que el entrenamiento de cardio estático es más probable que lo aumente. Esto puede explicar por qué el grupo de cardio estático no consiguió perder grasa en absoluto, cuando es bien sabido que el método de cardio estático ha funcionado a los culturistas durante años. Sin cuantificar este aspecto de la dieta, es difícil saber si la diferencia viene del entrenamiento en sí mismo o de que un grupo comiese más o menos que el otro. Ya sabemos que la dieta es el aspecto más importante a tener en cuenta en cualquier programa de pérdida de grasa.
Por supuesto se podría decir que el entrenamiento a intervalos provoca una mayor quema de oxígeno post ejercicio, pero la verdad es que esto sólo constituye un 13% del total de calorías que se hayan consumido durante la sesión a intervalos. Así pues, si se consiguieron quemar 500 calorías, sólo 75 calorías adicionales se quemarían post ejercicio debido a este efecto.
Lo más interesante de este estudio es que el ciclo de 8 segundos de sprint seguido de 12 segundos de pedaleo ligero se parece mucho al protocolo Tabata. Sin embargo en lugar de hacer 8 ciclos (como se haría en Tabata) los sujetos de estudio realizaban 60 repeticiones del intervalo con un esfuerzo máximo para obtener el beneficio de pérdida de grasa.
A todas las mujeres se les hicieron test de VO2 (resistencia aeróbica), test de grasa corporal (con escáner DEXA) y test de sangre en ayunas para concentración de glucosa, insulina y leptina. Estos test se realizaron en la primera y última visita, antes y después del programa de entrenamiento. También se registró lo que habían comido los 3 últimos días.
El grupo con el programa de cardio tradicional comenzó realizando entre 10-20 minutos de bicicleta 3 veces por semana. El programa duró 15 semanas durante el cual fueron gradualmente aumentando hasta los 40 minutos de ejercicio por sesión. La resistencia de la bicicleta también se fue aumentando.
El grupo de entrenamiento a intervalos realizó intervalos de 8 segundos de sprint seguidos de 12 segundos de pedalear a ritmo lento. Las mujeres realizaban esta secuencia todas las veces que les fuera posible, hasta llegar a un máximo de 60 repeticiones del ciclo sprint/descanso (lo que hace un total de 20 minutos). Al principio muchas de ellas no podían completar los 60 ciclos, pero durante las semanas fueron mejorando. La resistencia de la bicicleta se fue aumentando durante el transcurso del estudio. El entrenamiento se repitió 3 veces a la semana durante 15 semanas.
Los resultados
* El gasto de energía total estimado fue el mismo para ambos grupos después de las 15 semanas, sin haber diferencias en la dieta.
* Como era de esperar el pico de VO2 (es decir la resistencia aeróbica) de ambos grupos aumentó.
* El grupo de los intervalos perdió peso, mientras que el grupo de control y el de cardio tradicional no lo hicieron. Lo que es más importante, el grupo que entrenó a intervalos perdió 5,5 libras (2,5kg) de grasa mientras que el grupo de cardio estático (tradicional) ganó 0,7 libras (318gr) de grasa.
Entrenamiento de musculación y fuerza
* Lo que es más interesante, las 4 mujeres del grupo de intervalos que perdieron menos grasa eran también las que estaban más definidas al principio del estudio. Si estas mujeres hubiesen sido sacadas del estudio la media de pérdida del grupo se hubiese elevado a 8,7 libras de grasa (3,95kg).
* El grupo de intervalos tenía una reducción significativa de grasa en la zona central abdominal, mientras que los otros 2 grupos tenían un pequeño aumento (estadísticamente insignificante). Además se observó una ligera tendencia en el grupo de intervalos a perder grasa en la zona de las piernas.
* El grupo de intervalos aumentó su masa muscular en el tronco, mientras que este aumento no se observó en los otros grupos.
* Ambos grupos decrementaron la insulina en ayunas.
* La leptina bajó sólo en el grupo de intervalos tras el entrenamiento como sería de esperar al perder masa muscular.
¿Qué quiere decir todo esto?
Al final, los resultados de este estudio muestran que el entrenamiento a intervalos puede conllevar una pérdida de grasa mayor que el cardio estático cuando se realiza de la forma presentada. El estudio también sugiere que esta forma de entrenar puede ser más efectiva para perder masa grasa y ganar masa muscular especialmente en el tronco.
Otro punto importante del estudio es que las personas con menor índice de grasa tienden a perderla de forma más lenta, sin importar el tipo de entrenamiento que estén realizando. Es de destacar que las mujeres que participaron en el grupo de intervalos tenían un índice de grasa del 35,1% mientras que las que realizaron cardio estático comenzaron al 31,7%.
Aunque se afirmó que estas diferencias no eran estadísticamente significativas, no se puede ignorar el hecho de que el empezar con mayor índice de grasa puede haber contribuido a que los resultados sean mejores en el grupo de cardio a intervalos. También hemos de tener en cuenta que ninguno de los gurpos del estudio era excepcionalmente delgado al comienzo, así que este estudio puede no ser tan relevante para individuos con un índice de grasa bajo. De hecho, las mujeres que no perdieron tanta grasa en el grupo de intervalos estaban cerca de un índice de masa corporal de 21.
También hacer notar que aunque se hizo un control dietético al principio y al final del estudio, es posible que hubiese diferencias en la dieta durante las 15 semanas. Siendo más específicos se sabe que el entrenamiento de alta intensidad tiende a eliminar el apetito, mientras que el entrenamiento de cardio estático es más probable que lo aumente. Esto puede explicar por qué el grupo de cardio estático no consiguió perder grasa en absoluto, cuando es bien sabido que el método de cardio estático ha funcionado a los culturistas durante años. Sin cuantificar este aspecto de la dieta, es difícil saber si la diferencia viene del entrenamiento en sí mismo o de que un grupo comiese más o menos que el otro. Ya sabemos que la dieta es el aspecto más importante a tener en cuenta en cualquier programa de pérdida de grasa.
Por supuesto se podría decir que el entrenamiento a intervalos provoca una mayor quema de oxígeno post ejercicio, pero la verdad es que esto sólo constituye un 13% del total de calorías que se hayan consumido durante la sesión a intervalos. Así pues, si se consiguieron quemar 500 calorías, sólo 75 calorías adicionales se quemarían post ejercicio debido a este efecto.
Lo más interesante de este estudio es que el ciclo de 8 segundos de sprint seguido de 12 segundos de pedaleo ligero se parece mucho al protocolo Tabata. Sin embargo en lugar de hacer 8 ciclos (como se haría en Tabata) los sujetos de estudio realizaban 60 repeticiones del intervalo con un esfuerzo máximo para obtener el beneficio de pérdida de grasa.
jueves, 1 de agosto de 2013
Aerobicos: ¿A qué ritmo tengo que correr?
Resolvemos una de las principales preguntas que se plantean los runners:
te explicamos a qué ritmo correr según tu tipo de entrenamiento para
que sigas progresando y no te estanques.
Esa es una de las preguntas que más se hacen los corredores (y no sólo los principiantes). Saber a qué ritmo debes correr en cada parte del entrenamiento es clave para una rápida progresión y evitar estancamientos y lesiones. Aquí tenéis una guía rápida para tener una idea del ritmo al que debes entrenar. Recordad que es clave para mejorar trabajar todas las cualidades y por eso en una semana, si entrenamos 5 días, hay que combinar un entrenamiento largo, uno de series o cambios de ritmo, un rodaje en progresión y dos de recuperación.
Esa es una de las preguntas que más se hacen los corredores (y no sólo los principiantes). Saber a qué ritmo debes correr en cada parte del entrenamiento es clave para una rápida progresión y evitar estancamientos y lesiones. Aquí tenéis una guía rápida para tener una idea del ritmo al que debes entrenar. Recordad que es clave para mejorar trabajar todas las cualidades y por eso en una semana, si entrenamos 5 días, hay que combinar un entrenamiento largo, uno de series o cambios de ritmo, un rodaje en progresión y dos de recuperación.
Tipo de entrenamiento | Ejemplo | Ritmo (referencia tu ritmo al que compites en 10 km) | Nivel de esfuerzo (de 1 a 10) | Ritmo cardiaco |
Rodaje de recuperación |
40-50´suaves el día después de series o rodaje largo
|
Entre 1’30” y 1’ más lento que el ritmo al que compites en 10 km (si haces 50’ en 10 km, empiezas a 6’/km y terminas a 5’/km)
|
3-4 (debes poder hablar
sin que se te entrecorte la voz) |
70% de tu máximo
|
Rodaje largo |
Entre 60 y 90´(nunca pasar de 2 horas ni aunque entrenes en maratón)
|
Empiezas muy suave (1’30” más lento que ritmo de competición) hasta terminar a tu ritmo de competición
|
3-7 (se hace en progresión, divídelo en tres tercios, el primero muy
despacio, el segundo tranquilo y el tercero ya a tu ritmo de
competición de 10 km)
|
Empiezas al 65% y terminas al 80%
|
Rodaje rápido |
50-60´
|
Comienzas 30” más lento que tu ritmo de 10 km y acabas a tu ritmo de competición
|
7-8 (puedes hablar, pero frases cortas)
|
Empiezas al 70% y terminas al 85%
|
Series o cambios de ritmo |
Por ejemplo, 5x1.000 o 30 minutos alternando 1´rápido y 1´lento
|
Para las series de 1.000 te vale como referencia tu ritmo en 10 km; si
son más largas, más lento (por ejemplo, si haces 45’ en 10’ en las
series de 1.000 irías a 4’30 y en las de 2.000 4’40”).
|
9 (no puedes hablar)
|
90-100%
|
Aerobicos: Los tres imprescindibles de una clase de spinning
El spinning es una disciplina que no deja de subir en número de adeptos:
las clases siempre están llenas, y los alumnos vienen a darlo todo. El
buen rollo que se respira en las sesiones, a pesar del esfuerzo y el
cansancio, es razón suficiente para probarlo. Por si os animáis a entrar
en una clase de spinning, aquí os dejo mis tres elementos
imprescindibles.
Uno de los clásicos de las clases de spinning es el alumno que viene súper preparado: equipación oficial, culotte o sillín de gel, bebida isotónica, calas, pulsómetro de última generación… Hasta gorra de su equipo de ciclismo favorito si me apuráis. Yo no soy tan exigente, pero sí hay tres elementos que para mí son imprescindibles en una sesión de spinning.
Pulsómetro codificado: no hace falta que sea el último modelo del mercado, pero sí que tenga algunas funciones. Es muy interesante que el pulsómetro que utilicéis tenga transmisión codificada: de esta forma se evita que haya interferencias con dispositivos externos (señales WIFI, bluetooth…) y con otros pulsómetros de la sala.
Además, debería poder medir la frecuencia cardíaca tanto en latidos por minuto como en pocentaje de la frecuencia cardíaca máxima o FCM: así siempre sabremos en qué franja de entrenamiento nos encontramos, la sesión será más fácil de seguir y nuestro entrenamiento más efectivo y eficaz.
Botella de agua: el spinning es la clase en la que más se suda en un gimnasio, y es necesario hidratarnos antes, durante y después de la sesión. Si no nos hidratamos y la pérdida de líquidos a través del sudor es muy grande, nuestro rendimiento sobre la bicicleta puede disminuir hasta en un 40%.
Las bebidas isotónicas las veo excesivas para el spinning: una botella mediana de agua suele ser suficiente.
Toalla: repito que en spinning se suda, y mucho. Utilizar una toalla, tanto por higiene como por comodidad me parece imprescindible. Todavía me sorprendo de la cantidad de gente que no utiliza toalla en el gimnasio y se van dejando las máquinas empapadas a su paso: en una clase de spinning eso se multiplica por mil. Hazlo por ti y hazlo por los demás.
Hay otros elementos, como las calas, que me parecen necesarios pero no imprescindibles. Y otros, como el sillín de gel, que puedes utilizar por comodidad. Mis tres imprescindibles son éstos, ¿y los tuyos?
Uno de los clásicos de las clases de spinning es el alumno que viene súper preparado: equipación oficial, culotte o sillín de gel, bebida isotónica, calas, pulsómetro de última generación… Hasta gorra de su equipo de ciclismo favorito si me apuráis. Yo no soy tan exigente, pero sí hay tres elementos que para mí son imprescindibles en una sesión de spinning.
Pulsómetro codificado: no hace falta que sea el último modelo del mercado, pero sí que tenga algunas funciones. Es muy interesante que el pulsómetro que utilicéis tenga transmisión codificada: de esta forma se evita que haya interferencias con dispositivos externos (señales WIFI, bluetooth…) y con otros pulsómetros de la sala.
Además, debería poder medir la frecuencia cardíaca tanto en latidos por minuto como en pocentaje de la frecuencia cardíaca máxima o FCM: así siempre sabremos en qué franja de entrenamiento nos encontramos, la sesión será más fácil de seguir y nuestro entrenamiento más efectivo y eficaz.
Botella de agua: el spinning es la clase en la que más se suda en un gimnasio, y es necesario hidratarnos antes, durante y después de la sesión. Si no nos hidratamos y la pérdida de líquidos a través del sudor es muy grande, nuestro rendimiento sobre la bicicleta puede disminuir hasta en un 40%.
Las bebidas isotónicas las veo excesivas para el spinning: una botella mediana de agua suele ser suficiente.
Toalla: repito que en spinning se suda, y mucho. Utilizar una toalla, tanto por higiene como por comodidad me parece imprescindible. Todavía me sorprendo de la cantidad de gente que no utiliza toalla en el gimnasio y se van dejando las máquinas empapadas a su paso: en una clase de spinning eso se multiplica por mil. Hazlo por ti y hazlo por los demás.
Hay otros elementos, como las calas, que me parecen necesarios pero no imprescindibles. Y otros, como el sillín de gel, que puedes utilizar por comodidad. Mis tres imprescindibles son éstos, ¿y los tuyos?
Ejercicios y rutinas: Como empezar en casa antes de ir al gym
Muchas veces queremos comenzar a
entrenar y nos da vergüenza tal vez ir al gym y levantar pocos kilos o
nos vemos muy delgados y queremos hacer algo antes de ir al gym.
Esta cuestión se les presenta a varias personas sintiendo que se van a ver mal frente a personas que ya habitúan el gimnasio, esto preocupa y a muchos incomoda bastante y nunca se atreven a comenzar a entrenar.
Por otro lado, yo creo que se puede empezar desde la casa y luego comenzar en el gimnasio. La ventaja mayor personalmente para los que son tímidos es que tendrán más confianza.
Pero no es solo la falta de confianza o el estar muy delgados lo que debería darnos iniciativa en casa. El hecho que no podemos levantar la barra olímpica para hacer pecho, o nos basta un par de mancuernas para hacer bíceps. Creo que es poco eficaz comenzar en el gym en esta situación.
Tal vez comenzar en el gimnasio y no poder verse levantando un poco de peso, puede ser desbastador a nivel de la auto confianza de la persona que va a comenzar a entrenar, ya que seguramente terminara dejando el gimnasio.
Lo que podemos hacer para prepararnos antes del gimnasio es entrenar en casa de a poco y buscando fuerza para luego rendir mejor en el gimnasio, esto sería como una pre temporada.
Las flexiones de brazo darán fuerza a nuestros pectorales, tríceps y dorsales como así trabajaran los deltoides y se conseguirá fuerza de tronco por mantener la postura.
Bíceps lo podemos trabajar llenando unas botellas de gaseosa de 500 o 600cc, también podemos conseguir mancuernas de plástico que se llenan para darle el peso necesario. Las mancuernas también se pueden utilizar para realizar hombros y tríceps.
Sentadillas y estocadas para fuerza de piernas solas y si es necesario sumarle peso. También hay que sumar los abdominales para que estén preparados para más adelante como todo el cuerpo.
Es importante creer que se puede y que no necesitamos nada de otro mundo o maquina para comenzar en casa y prepararnos para una nueva etapa en el gimnasio.
Podemos realizar 3 series para piernas, hombros, flexiones de brazo y abdominales. 2 series para tríceps y bíceps que son músculos más chicos. Las repeticiones pueden ser entre 6 a 10 repeticiones, el peso no importa si con 1 kilo hacemos 10 repeticiones perfecto o si para hacer 10 repeticiones necesitamos 500 gramos da igual si mantener una buena ejecución y respetar las repeticiones.
Esta cuestión se les presenta a varias personas sintiendo que se van a ver mal frente a personas que ya habitúan el gimnasio, esto preocupa y a muchos incomoda bastante y nunca se atreven a comenzar a entrenar.
Por otro lado, yo creo que se puede empezar desde la casa y luego comenzar en el gimnasio. La ventaja mayor personalmente para los que son tímidos es que tendrán más confianza.
Pero no es solo la falta de confianza o el estar muy delgados lo que debería darnos iniciativa en casa. El hecho que no podemos levantar la barra olímpica para hacer pecho, o nos basta un par de mancuernas para hacer bíceps. Creo que es poco eficaz comenzar en el gym en esta situación.
Tal vez comenzar en el gimnasio y no poder verse levantando un poco de peso, puede ser desbastador a nivel de la auto confianza de la persona que va a comenzar a entrenar, ya que seguramente terminara dejando el gimnasio.
Lo que podemos hacer para prepararnos antes del gimnasio es entrenar en casa de a poco y buscando fuerza para luego rendir mejor en el gimnasio, esto sería como una pre temporada.
Las flexiones de brazo darán fuerza a nuestros pectorales, tríceps y dorsales como así trabajaran los deltoides y se conseguirá fuerza de tronco por mantener la postura.
Bíceps lo podemos trabajar llenando unas botellas de gaseosa de 500 o 600cc, también podemos conseguir mancuernas de plástico que se llenan para darle el peso necesario. Las mancuernas también se pueden utilizar para realizar hombros y tríceps.
Sentadillas y estocadas para fuerza de piernas solas y si es necesario sumarle peso. También hay que sumar los abdominales para que estén preparados para más adelante como todo el cuerpo.
Es importante creer que se puede y que no necesitamos nada de otro mundo o maquina para comenzar en casa y prepararnos para una nueva etapa en el gimnasio.
Podemos realizar 3 series para piernas, hombros, flexiones de brazo y abdominales. 2 series para tríceps y bíceps que son músculos más chicos. Las repeticiones pueden ser entre 6 a 10 repeticiones, el peso no importa si con 1 kilo hacemos 10 repeticiones perfecto o si para hacer 10 repeticiones necesitamos 500 gramos da igual si mantener una buena ejecución y respetar las repeticiones.
lunes, 29 de julio de 2013
Ejercicios: Protege la zona lumbar al trabajar el abdomen
Una gran parte de los ejercicios abdominales se realizan en posición horizontal, tumbados boca arriba, por lo tanto, en este tipo de movimientos la tensión sobre la columna vertebral puede ser importante si no cuidamos la postura. Por eso, te aconsejamos prestar atención y proteger la zona lumbar al trabajar el abdomen.
Si realizas elevaciones de tronco o movimientos semejantes para ejercitar el abdomen, debes considerar que a diferencia de los ejercicios que realizamos de pie, donde la espalda debe permanecer recta, al trabajar el abdomen en el suelo siempre es mejor redondear la espalda.
Si olvidamos redondear la espalda, al contraer los músculos abdominales, los flexores de la cadera tienden a producir un arqueamiento lumbar que ejerce presión sobre las vértebras lumbares, pudiendo producir dolor y lesiones de mayor gravedad.
Cuando se realizan elevaciones de piernas, también en posición horizontal, la espalda no debe despegarse del suelo, y por ello, es recomendable no descender las piernas en demasía para prevenir un arqueamiento en la columna lumbar. También es de gran ayuda, colocar ambas manos debajo de los glúteos si queremos evitar el arqueado de la espalda.
De esta forma, podemos trabajar el abdomen y proteger la zona lumbar de potenciales lumbalgias y lesiones mayores como pinzamientos o deterioro articular por compresión de las vertebras.
Ejercicios: ¿Por qué nos estancamos y por qué progresamos?
Principio de supercompensación
Cualquier estímulo aplicado al organismo provoca una perturbación del equilibrio interno. El organismo se adapta según la intensidad del estímulo, modificando los procesos metabólicos útiles para responder al estimulo. Durante el periodo de recuperación sucesivo, el organismo presenta una capacidad de respuesta aumentada.
Por el contrario, si la recuperación no es correcta, no se produciría una supercompensación, y el rendimiento disminuiría.
Durante el ejercicio físico disminuye la capacidad funcional del sujeto, ya que aparece la fatiga. Cesado el ejercicio físico y por tanto desaparecida la fase de esfuerzo, se activan mecanismos internos que restaurarán la capacidad del sujeto por encima del nivel inicial.
Tal recuperación por encima del nivel inicial es el punto crucial y objetivo del principio de supercompensación.
Techo fisiológico
Puede ser entendido como la máxima prestación de las diferentes capacidades que potencialmente (en teoría) puede alcanzar una persona.
La genética juega un papel determinante en lo que se refiere al rendimiento deportivo.
Cualquier estímulo aplicado al organismo provoca una perturbación del equilibrio interno. El organismo se adapta según la intensidad del estímulo, modificando los procesos metabólicos útiles para responder al estimulo. Durante el periodo de recuperación sucesivo, el organismo presenta una capacidad de respuesta aumentada.
Por el contrario, si la recuperación no es correcta, no se produciría una supercompensación, y el rendimiento disminuiría.
Durante el ejercicio físico disminuye la capacidad funcional del sujeto, ya que aparece la fatiga. Cesado el ejercicio físico y por tanto desaparecida la fase de esfuerzo, se activan mecanismos internos que restaurarán la capacidad del sujeto por encima del nivel inicial.
Tal recuperación por encima del nivel inicial es el punto crucial y objetivo del principio de supercompensación.
Techo fisiológico
Puede ser entendido como la máxima prestación de las diferentes capacidades que potencialmente (en teoría) puede alcanzar una persona.
La genética juega un papel determinante en lo que se refiere al rendimiento deportivo.
viernes, 26 de julio de 2013
Adelgazar: Pierde peso rápido, pierde tiempo
El concepto de perder peso es
muy ambiguo y en ocasiones no se utiliza adecuadamente, o mejor dicho,
se lleva a cabo de forma incorrecta y sobre todo, nada saludable. Al
final lo único que consigues perder es tu tiempo.La mayoría de las
personas desean perder peso a toda costa, mientras que la báscula marque
menos, objetivo cumplido. Pero a poco que observemos un poco mas de
donde se pierde ese peso puede ser algo positivo y correctamente
planteado o un signo negativo y que algo no está correctamente
planteado.
Debemos partir de que la idea de perder peso es fácil, existen multitud de estrategias para quitarse kilos de encima y además de forma rápida, sin embargo esto no es muy positivo y lógicamente no es lo adecuado. La mayoría de estrategias que te hacen perder kilos de forma rápida consisten en eliminar líquidos del cuerpo, la deshidratación es fácil de conseguir, basta con tomar diuréticos, no tomar hidratos de carbono o meterse en una sauna, en dos o tres días seguro que puedes perder varios kilos de peso corporal.
Lo negativo: que lo único que se consigue es eliminar agua y el organismo vuelve a hidratarse (mas le vale) en cuanto se vuelve a hidratar o tomar alimentos. El peso que rápidos se pierde, rápido se vuelve a
Otra forma de perder peso a medio plazo, en unas semanas y meses consiste en hacer dieta estricta. Comiendo menos de lo que el cuerpo necesita, el organismo acude a los suministros energéticos de reserva como la grasa.
Lo negativo: Con esta opción además de bajar de peso, el organismo desciende el coste metabólico, con lo que a medio plazo consumimos menos y el cuerpo se vuelve ahorrador, es un mecanismo de defensa; si ingiero poco, gasto poco. En cuanto nos descuidamos, a poco que comamos algo mas, el organismo lo pasa a grasa y se entra en una espiral de cada vez como menos, cada vez me cuesta mas perder peso, cada vez gano grasa de forma más rápida. Otro efecto negativo, es que con este planteamiento, el organismo tiende a catabolizar la masa muscular, se pierde músculo, sobre todo si la vida es sedentaria.
La tercera forma de perder peso es intentando que el peso perdido sea solamente de grasa y no de músculo o de salud. Esta formula desde luego es la más acertada y la que lleva a una perdida de grasa (que no peso) eficiente a largo plazo, los efectos son muy duradero, incluso de por vida, no como en los casos anteriores. A la inversa de las dos opciones anteriores, con esta opción se tarda mucho mas en perder peso de forma significativa, incluso en muchas ocasiones no se pierde peso, pero si que cambia la composición corporal. Consiste en incluir tres factores; ejercicio físico, alimentación correcta (que no dieta) y… paciencia.
Debemos partir de que la idea de perder peso es fácil, existen multitud de estrategias para quitarse kilos de encima y además de forma rápida, sin embargo esto no es muy positivo y lógicamente no es lo adecuado. La mayoría de estrategias que te hacen perder kilos de forma rápida consisten en eliminar líquidos del cuerpo, la deshidratación es fácil de conseguir, basta con tomar diuréticos, no tomar hidratos de carbono o meterse en una sauna, en dos o tres días seguro que puedes perder varios kilos de peso corporal.
Lo negativo: que lo único que se consigue es eliminar agua y el organismo vuelve a hidratarse (mas le vale) en cuanto se vuelve a hidratar o tomar alimentos. El peso que rápidos se pierde, rápido se vuelve a
Otra forma de perder peso a medio plazo, en unas semanas y meses consiste en hacer dieta estricta. Comiendo menos de lo que el cuerpo necesita, el organismo acude a los suministros energéticos de reserva como la grasa.
Lo negativo: Con esta opción además de bajar de peso, el organismo desciende el coste metabólico, con lo que a medio plazo consumimos menos y el cuerpo se vuelve ahorrador, es un mecanismo de defensa; si ingiero poco, gasto poco. En cuanto nos descuidamos, a poco que comamos algo mas, el organismo lo pasa a grasa y se entra en una espiral de cada vez como menos, cada vez me cuesta mas perder peso, cada vez gano grasa de forma más rápida. Otro efecto negativo, es que con este planteamiento, el organismo tiende a catabolizar la masa muscular, se pierde músculo, sobre todo si la vida es sedentaria.
La tercera forma de perder peso es intentando que el peso perdido sea solamente de grasa y no de músculo o de salud. Esta formula desde luego es la más acertada y la que lleva a una perdida de grasa (que no peso) eficiente a largo plazo, los efectos son muy duradero, incluso de por vida, no como en los casos anteriores. A la inversa de las dos opciones anteriores, con esta opción se tarda mucho mas en perder peso de forma significativa, incluso en muchas ocasiones no se pierde peso, pero si que cambia la composición corporal. Consiste en incluir tres factores; ejercicio físico, alimentación correcta (que no dieta) y… paciencia.
- Es indudable que llevar una vida activa favorece la perdida de peso graso. Hacer dieta sin ejercicio a corto plazo puede servir o para casos de obesidad, pero para continuar perdiendo peso saludablemente y de forma eficaz, es necesario hacer algo de ejercicio. En este punto podríamos analizar que tipo de ejercicios son más adecuados, pero para la mayoría de las personas, bastaría con caminar todos los días y ser un poco más activos.
- No soy partidario de hacer dietas, es una palabra con connotaciones negativas; restricciones, pasar hambre, sacrificios, mal humor… soy mas partidario de mantener una pauta de alimentación ordenada. Ya he apuntado que comer menos no es la solución, es mas, sería un error. A todos nos gusta comer, así que la opción es realizar 5 ó 6 comidas al día y además disfrutar de ellas. Si hacemos ejercicio y la quemamos no hay problema. Los alimentos no engordan por si solo, sino las caloría que no se eliminan.
- Tener paciencia, con lo fácil que es y es donde falla la mayoría de la gente. Piensa que si has cogido 5 kilos en el último año, quizás necesites un año para eliminar esos 5 kilos. Desde luego pensar que es posible eliminar 5 kilos de grasa en un mes, solo tiene una palabra “ignorancia”. Podrás y conocerás a personas que han perdido 5 kilos en un mes de peso, de músculo, de agua y de salud, pero no de grasa. Ten siempre presente que la grasa contiene mucha energía, necesitas hacer mucho ejercicio para consumir una cantidad de energía como para que el cuerpo tenga que acudir a los depósitos de grasa, por tanto, la solución es acumular este gran volumen de trabajo a lo largo del tiempo.
La recuperación, el entrenamiento que no se ve
Más nunca es mejor. Lo saben muy bien los deportistas de élite, que planifican minuciosamente sus periodos de recuperación, ya que es en esta fase de descanso donde ocurre el aumento de su rendimiento.
Siempre prestamos mucha atención a entrenar mas duro, a ser capaz de soportar más cargas, a entrenar más días, más tiempo… sin embargo, poca atención prestamos a
los procesos de recuperación que es donde realmente se producen los beneficios y adaptaciones que deseamos. Debes tener presente que si prestas atención a estos procesos, conseguirás beneficios tan o más importantes que con la propia carga de entrenamiento.
La recuperación no es solo dormir bien. En el campo del entrenamiento, la recuperación comienza inmediatamente después de la última repetición, en el instante en que terminas tu carrera o cuando te bajas de la bici, y puede durar días dependiendo de la carga y los medios que pongas para favorecer estos procesos. Para conseguir los mejores resultados debes orientar la recuperación en tres niveles: metabólico, estructural y nervioso.
Recuperación metabólica
Durante el esfuerzo, nuestro organismo está en fase catabólica, es decir, degrada moléculas para obtener la energía necesaria, principalmente las reservas de fosfágenos y glucógeno almacenados en el músculo.
Recuperación estructural
Las contracciones musculares, ya sean por alta intensidad como ocurre en un entrenamiento de fuerza, o por cantidad durante largo tiempo como la carrera o montar en bici, provocan un daño tisular en los tejidos a todos los niveles: muscular, conectivo e incluso óseo. En este caso, la recuperación implica resintetizar las estructuras contráctiles y de sostén.
La recuperación del sistema nervioso
Los periodos de entrenamiento elevados disminuyen la disposición de neurotransmisores como la acetilcolina y dopamina, que se encargan de “comunicar” nuestros músculos con el sistema nervioso central. Pueden aparecer síntomas como fatiga, descoordinación, apatía, etc.
Optimizar los procesos de recuperación puede marcar la diferencia entre un rendimiento adecuado o el sobreentrenamiento y el fracaso en conseguir tus objetivos. Ahora te describiré las medidas que no deben faltar en tu planificación, algunas que son muy recomendables y otras que muchos piensan que pueden ser de ayuda pero que en realidad, pueden resultar incluso contraproducentes.
Respeta las adaptaciones
El principio fundamental es respetar los tiempos que requieren nuestros diferentes sistemas para asimilar y producir las adaptaciones necesarias en cada aplicación de la carga de entrenamiento. En este cuadro tienes, a modo de orientación, el tiempo mínimo recomendado que es necesario respetar entre cada carga según la capacidad a desarrollar en una persona ya entrenada.
Siempre prestamos mucha atención a entrenar mas duro, a ser capaz de soportar más cargas, a entrenar más días, más tiempo… sin embargo, poca atención prestamos a
los procesos de recuperación que es donde realmente se producen los beneficios y adaptaciones que deseamos. Debes tener presente que si prestas atención a estos procesos, conseguirás beneficios tan o más importantes que con la propia carga de entrenamiento.
La recuperación no es solo dormir bien. En el campo del entrenamiento, la recuperación comienza inmediatamente después de la última repetición, en el instante en que terminas tu carrera o cuando te bajas de la bici, y puede durar días dependiendo de la carga y los medios que pongas para favorecer estos procesos. Para conseguir los mejores resultados debes orientar la recuperación en tres niveles: metabólico, estructural y nervioso.
Recuperación metabólica
Durante el esfuerzo, nuestro organismo está en fase catabólica, es decir, degrada moléculas para obtener la energía necesaria, principalmente las reservas de fosfágenos y glucógeno almacenados en el músculo.
Recuperación estructural
Las contracciones musculares, ya sean por alta intensidad como ocurre en un entrenamiento de fuerza, o por cantidad durante largo tiempo como la carrera o montar en bici, provocan un daño tisular en los tejidos a todos los niveles: muscular, conectivo e incluso óseo. En este caso, la recuperación implica resintetizar las estructuras contráctiles y de sostén.
La recuperación del sistema nervioso
Los periodos de entrenamiento elevados disminuyen la disposición de neurotransmisores como la acetilcolina y dopamina, que se encargan de “comunicar” nuestros músculos con el sistema nervioso central. Pueden aparecer síntomas como fatiga, descoordinación, apatía, etc.
Optimizar los procesos de recuperación puede marcar la diferencia entre un rendimiento adecuado o el sobreentrenamiento y el fracaso en conseguir tus objetivos. Ahora te describiré las medidas que no deben faltar en tu planificación, algunas que son muy recomendables y otras que muchos piensan que pueden ser de ayuda pero que en realidad, pueden resultar incluso contraproducentes.
Respeta las adaptaciones
El principio fundamental es respetar los tiempos que requieren nuestros diferentes sistemas para asimilar y producir las adaptaciones necesarias en cada aplicación de la carga de entrenamiento. En este cuadro tienes, a modo de orientación, el tiempo mínimo recomendado que es necesario respetar entre cada carga según la capacidad a desarrollar en una persona ya entrenada.
CUALIDAD | RECUPERACIÓN |
Capacidad aeróbica | 24 horas |
Capacidad anaeróbica | 48-72 horas |
Velocidad | 36-48 horas |
Fuerza Máxima | 48-72 horas |
Resistencia muscular | 24-48 horas |
Flexibilidad | 24 horas |
miércoles, 24 de julio de 2013
El spinning, un método eficaz para quemar grasas
La bicicleta de spinning es un instrumento ideal para perder fácilmente
la grasa acumulada en el organismo. Una sesión de 40 minutos permite
quemar entre 250 y 600 kilocalorías, es decir hasta 500 gramos de grasa
al mes a razón de 3 sesiones a la semana.
La bicicleta de spinning y la bicicleta estática son dos instrumentos eficaces para quemar calorías. En términos de desgaste energético, son los mejores medios deportivos que se pueden practicar. Para facilitar el trabajo, existen programas especializados para alcanzar los objetivos de cada deportista.
Mantener la forma
La bicicleta de spinning es el instrumento perfecto para mantener la forma, la condición física o seguir un programa de rehabilitación tras una enfermedad o un accidente, por ejemplo. Los efectos fisiológicos son visibles tras varias sesiones.
La práctica del spinning es también buena para la salud: una práctica regular, incluso a baja intensidad, permite conservar una buena salud, disminuyendo los riesgos cardiovasculares (tensión, colesterol).
Un ejercicio beneficioso
Tras un día duro de trabajo, no hay nada mejor que una sesión de bicicleta spinning, con música rítmica de fondo para desahogaros y relajaros. Una sesión a intensidad moderada, seguida de una ducha y algunos estiramientos os permitirá pasar una tarde de relax para luego poder dormir a pierna suelta.
Un cuerpo bien formado
El spinning actúa esencialmente sobre la zona baja del cuerpo (muslos, glúteos, pantorrillas), los brazos y abdominales también se tonifican y se reafirman. Siguiendo un programa de intensidad moderada, se puede esculpir el cuerpo. El spinning es una actividad suave: no hay golpes.
La bicicleta es el método recomendado para personas con problemas de rodilla, contrariamente al footing que genera golpes que pueden ser nefastos para las rodillas y la espalda.
En conclusión, el spinning es un excelente método para mantenerse en forma todo el año, quemar grasas, y moldear la figura.
La bicicleta de spinning y la bicicleta estática son dos instrumentos eficaces para quemar calorías. En términos de desgaste energético, son los mejores medios deportivos que se pueden practicar. Para facilitar el trabajo, existen programas especializados para alcanzar los objetivos de cada deportista.
Mantener la forma
La bicicleta de spinning es el instrumento perfecto para mantener la forma, la condición física o seguir un programa de rehabilitación tras una enfermedad o un accidente, por ejemplo. Los efectos fisiológicos son visibles tras varias sesiones.
La práctica del spinning es también buena para la salud: una práctica regular, incluso a baja intensidad, permite conservar una buena salud, disminuyendo los riesgos cardiovasculares (tensión, colesterol).
Un ejercicio beneficioso
Tras un día duro de trabajo, no hay nada mejor que una sesión de bicicleta spinning, con música rítmica de fondo para desahogaros y relajaros. Una sesión a intensidad moderada, seguida de una ducha y algunos estiramientos os permitirá pasar una tarde de relax para luego poder dormir a pierna suelta.
Un cuerpo bien formado
El spinning actúa esencialmente sobre la zona baja del cuerpo (muslos, glúteos, pantorrillas), los brazos y abdominales también se tonifican y se reafirman. Siguiendo un programa de intensidad moderada, se puede esculpir el cuerpo. El spinning es una actividad suave: no hay golpes.
La bicicleta es el método recomendado para personas con problemas de rodilla, contrariamente al footing que genera golpes que pueden ser nefastos para las rodillas y la espalda.
En conclusión, el spinning es un excelente método para mantenerse en forma todo el año, quemar grasas, y moldear la figura.
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Los 10 mejores consejos para bajar de peso nunca vistos
Hacer dieta se hace muy pesado y pone de mal humor y pocas veces parece funcionar a largo plazo. Si esto es tu caso intenta seguir estos fáciles hábitos para adelgazar.
El perder peso no tiene porque ser una tortura. Adoptar al menos 3 de estos hábitos que son fácilmente incorporables a la rutina diaria que todos son altamente apoyados por nutricionistas. De esta manera estarás más delgado y más sano, además el peso se irá para no volver.
1. Come, pero de manera inteligente.
Picar entre comidas solía ser una de las prohibiciones de una dieta. Los nutricionistas ahora saben que es mejor satisfacer el antojo de comida saludable y de esta forma evitar el riesgo de un atracón de comida basura en un futuro. Las comidas más recomendables son las comidas ricas en proteínas, como por ejemplo un poco de requesón o una cucharada de mantequilla de cacahuete con una pieza de fruta.
2. Apaga la televisión.
Numerosos estudios han demostrado que comer mientras se ve la televisión puede hacer coger hasta 40 calorías más de lo habitual. Distraerse mientras estás comiendo con actividades como mensajes de texto con el teléfono móvil o conducir puede dar lugar a comer en exceso. En lugar de distraerte mientras comes siéntate delante del plato y ponte a comer, aunque estés comiendo solo.
3. Control diario.
Si tu peso aumenta varios días seguidos es una señal de alerta que nos permite saber qué es lo que se necesitas recortar o nos indica que debemos de reforzar nuestros entrenamientos.
4. Escúlpete 3 veces por semana.
Hacer 5 minutos los diferentes tipos de flexiones, sentadillas o zancadas (con intervalos de 30 segundos) te ayudara a construir y mantener masa muscular. De esta forma, cuanto más músculo tenemos, más alto tenemos el metabolismo y por tanto quemaremos más calorías a lo largo del día.
5. Ten el móvil a mano.
A partir de ahora cada vez que tu mente empiece a pensar en que le apetecería comer un determinado alimento debemos de desviar la mente, y lo haremos llamando por teléfono a un amigo y preguntarle cómo le va el día. Muchos estudios demuestran que los antojos tienen una duración de aproximadamente 5 minutos, por tanto cuando colguemos el teléfono, las ganas de devorar comida basura ya habrán desaparecido.
6. Comer un buen desayuno equilibrado.
Según los estudios, un desayuno compuesto principalmente de carbohidratos y proteínas con un poco de grasa mantiene los niveles de azúcar en sangre constante y sacia el hambre, de esta forma nos ayuda a no picar entre comidas. Optar por algo satisfactorio para el estómago y el paladar, como por ejemplo la clara de huevo o una loncha de pavo con pan integral tostado.
7. Los licores solo se miran.
Un inocente margarita o un cosmopolitan contienen un montón de calorías y además no sacian el apetito. Solo se debe disfrutar de este tipo de bebidas en fin de semana y para compensar su consumo se debe de recortar de otro lugar, ya que por ejemplo una copa de vino o una cerveza light contienen 100 calorías por ración.
8. Comer fruta 2 veces al día.
La fruta es un alimento que no tiene grasas y que esta mayormente compuesta por agua y por tanto al tomarla conseguimos saciar nuestro apetito. No debemos asustarnos por los carbohidratos que tiene la fruta, ya que estamos hablando de la buena clase de carbohidratos que contienen gran cantidad de fibra saludable.
9. Duerme más.
Según varios investigadores, irse a dormir 30 minutos antes y levantarse 30 minutos más tarde de lo normal ayuda a tomar mejores decisiones con respecto a que alimentos tomar. Además cuanto más dormimos, menos propensos somos a comer por estar fatigados o por estar estresados.
10. Visualízate delgado.
Cuando no tengas fuerza de voluntad para seguir adelante con la dieta debes de hacerte una imagen mental de ti mismo cuando te veías y te sentías delgado. La motivación visual nos mantiene enfocados a nuestra meta de peso y nos recuerda que esta meta es posible.
El perder peso no tiene porque ser una tortura. Adoptar al menos 3 de estos hábitos que son fácilmente incorporables a la rutina diaria que todos son altamente apoyados por nutricionistas. De esta manera estarás más delgado y más sano, además el peso se irá para no volver.
1. Come, pero de manera inteligente.
Picar entre comidas solía ser una de las prohibiciones de una dieta. Los nutricionistas ahora saben que es mejor satisfacer el antojo de comida saludable y de esta forma evitar el riesgo de un atracón de comida basura en un futuro. Las comidas más recomendables son las comidas ricas en proteínas, como por ejemplo un poco de requesón o una cucharada de mantequilla de cacahuete con una pieza de fruta.
2. Apaga la televisión.
Numerosos estudios han demostrado que comer mientras se ve la televisión puede hacer coger hasta 40 calorías más de lo habitual. Distraerse mientras estás comiendo con actividades como mensajes de texto con el teléfono móvil o conducir puede dar lugar a comer en exceso. En lugar de distraerte mientras comes siéntate delante del plato y ponte a comer, aunque estés comiendo solo.
3. Control diario.
Si tu peso aumenta varios días seguidos es una señal de alerta que nos permite saber qué es lo que se necesitas recortar o nos indica que debemos de reforzar nuestros entrenamientos.
4. Escúlpete 3 veces por semana.
Hacer 5 minutos los diferentes tipos de flexiones, sentadillas o zancadas (con intervalos de 30 segundos) te ayudara a construir y mantener masa muscular. De esta forma, cuanto más músculo tenemos, más alto tenemos el metabolismo y por tanto quemaremos más calorías a lo largo del día.
5. Ten el móvil a mano.
A partir de ahora cada vez que tu mente empiece a pensar en que le apetecería comer un determinado alimento debemos de desviar la mente, y lo haremos llamando por teléfono a un amigo y preguntarle cómo le va el día. Muchos estudios demuestran que los antojos tienen una duración de aproximadamente 5 minutos, por tanto cuando colguemos el teléfono, las ganas de devorar comida basura ya habrán desaparecido.
6. Comer un buen desayuno equilibrado.
Según los estudios, un desayuno compuesto principalmente de carbohidratos y proteínas con un poco de grasa mantiene los niveles de azúcar en sangre constante y sacia el hambre, de esta forma nos ayuda a no picar entre comidas. Optar por algo satisfactorio para el estómago y el paladar, como por ejemplo la clara de huevo o una loncha de pavo con pan integral tostado.
7. Los licores solo se miran.
Un inocente margarita o un cosmopolitan contienen un montón de calorías y además no sacian el apetito. Solo se debe disfrutar de este tipo de bebidas en fin de semana y para compensar su consumo se debe de recortar de otro lugar, ya que por ejemplo una copa de vino o una cerveza light contienen 100 calorías por ración.
8. Comer fruta 2 veces al día.
La fruta es un alimento que no tiene grasas y que esta mayormente compuesta por agua y por tanto al tomarla conseguimos saciar nuestro apetito. No debemos asustarnos por los carbohidratos que tiene la fruta, ya que estamos hablando de la buena clase de carbohidratos que contienen gran cantidad de fibra saludable.
9. Duerme más.
Según varios investigadores, irse a dormir 30 minutos antes y levantarse 30 minutos más tarde de lo normal ayuda a tomar mejores decisiones con respecto a que alimentos tomar. Además cuanto más dormimos, menos propensos somos a comer por estar fatigados o por estar estresados.
10. Visualízate delgado.
Cuando no tengas fuerza de voluntad para seguir adelante con la dieta debes de hacerte una imagen mental de ti mismo cuando te veías y te sentías delgado. La motivación visual nos mantiene enfocados a nuestra meta de peso y nos recuerda que esta meta es posible.
sábado, 20 de julio de 2013
Ejercicios y rutinas: Implica a tus glúteos, sin dolor lumbar
La sentadilla es el mejor ejercicio para trabajar los glúteos, mientras más desciendas, más implicación de estos músculos. Sin embargo, en la sentadilla libre resulta inevitable que la zona lumbar reciba parte de la carga. En las mujeres al disponer de una cadera mas ancha, la zona lumbar suele presentarse con mayor curvatura lumbar acentuándose la lordosis natural. Esta disposición mecánica unida a hábitos no muy saludables como el uso del tacón, hace que los músculos de la zona lumbar reciban una mayor sobrecarga.
Al realizar sentadillas, muchas mujeres advierten de sobrecarga en la región lumbar. Para evitar una sobrecarga la solución tradicional ha sido volver a la prensa o la artificial máquina de cuadriceps, sin embargo para las chicas que quieran seguir disfrutando de este ejercicio estrella, la alternativa es incluir la sentadilla en el multipower. Está máquina te permitirá cambiar tu postura para implicar más a los glúteos y menos a la musculatura lumbar.
1. Coloca tus pies bien separados, una distancia casi el doble que tu anchura de hombros.
2. Tus pies bien adelantados, con ligera rotación externa y toda la presión en la zona del talón.
3. Realiza una flexión de tal forma que la cadera se coloque debajo de tus hombros y las rodillas permanezcan justo encima de los talones.
4. Desciende todo lo posible. Mientras mas bajes, mayor implicación de glúteos.
Si tu objetivo es tonificar realiza 4 series de 15-20 repeticiones, pero si deseas ganar fuerza y masa muscular realiza 6 series en pirámide aumentando la carga progresivamente con 12-10-8-6-4 y 2 repeticiones.
Recuerda que la sentadilla no es el ejercicio peligroso sino que la causa es otra, debes cambiar patrones posturales, estirar tus músculos tónicos como cuadrado lumbar y psoas e incluir mucho trabajo de core para una mejor estabilidad de la columna lumbar.
Al realizar sentadillas, muchas mujeres advierten de sobrecarga en la región lumbar. Para evitar una sobrecarga la solución tradicional ha sido volver a la prensa o la artificial máquina de cuadriceps, sin embargo para las chicas que quieran seguir disfrutando de este ejercicio estrella, la alternativa es incluir la sentadilla en el multipower. Está máquina te permitirá cambiar tu postura para implicar más a los glúteos y menos a la musculatura lumbar.
1. Coloca tus pies bien separados, una distancia casi el doble que tu anchura de hombros.
2. Tus pies bien adelantados, con ligera rotación externa y toda la presión en la zona del talón.
3. Realiza una flexión de tal forma que la cadera se coloque debajo de tus hombros y las rodillas permanezcan justo encima de los talones.
4. Desciende todo lo posible. Mientras mas bajes, mayor implicación de glúteos.
Si tu objetivo es tonificar realiza 4 series de 15-20 repeticiones, pero si deseas ganar fuerza y masa muscular realiza 6 series en pirámide aumentando la carga progresivamente con 12-10-8-6-4 y 2 repeticiones.
Recuerda que la sentadilla no es el ejercicio peligroso sino que la causa es otra, debes cambiar patrones posturales, estirar tus músculos tónicos como cuadrado lumbar y psoas e incluir mucho trabajo de core para una mejor estabilidad de la columna lumbar.
Cuatro reglas para que tu desayuno te ayude a perder peso
Sabemos que desayunar a diario es de gran ayuda para perder peso, pero si la primer ingesta cumple con algunas características especiales, quizá nos de un empujón extra para perder kilos. Por eso, hoy te dejamos cuatro reglas para que tu desayuno te ayude a perder peso.
Si estás en planes de adelgazamiento, intenta que la primer comida de tu día cumpla con las siguientes reglas:
Si estás en planes de adelgazamiento, intenta que la primer comida de tu día cumpla con las siguientes reglas:
- Desayunar lo antes posible tras despertar, pues de esta forma no dejamos que nuestro cuerpo comience el movimiento sin energía, activamos el metabolismo y no acumulamos hambre dejando el desayuno para un par de horas o más después de levantarnos.
- Incluir algo de proteínas magras en el desayuno, pues mantendrán ocupado a nuestro aparato digestivo al mismo tiempo que brindarán saciedad a largo plazo. Podemos añadir leche o yogur desnatado, claras de huevo o requesón.
- Sumar fibra al desayuno, derivada de frutas, vegetales o cereales integrales pues es el momento más apropiado para ingerir hidratos si quieres perder peso y además, la fibra reducirá el índice glucémico de la comida, brindando saciedad y energía por más tiempo.
- Evitar excesos de calorías, pues aunque en esta primer comida podemos concentrar entre un 25 y 30% de las calorías del día y después estaremos en movimiento para consumir dicha energía, si queremos perder peso los excesos no están permitidos y en el desayuno tampoco deben concentrarse las calorías. Evita entonces en el desayuno, alimentos energéticos como bollos, chuches, dulces en grandes cantidades y demás.
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martes, 16 de julio de 2013
Aerobicos: El terreno para correr, los mejores y peores
La carrera es un gesto natural e innato al ser humano, nuestra mecánica y
locomoción está perfectamente adaptada a esta actividad y no a otras
actividades cardiovasculares como montar en bici o la natación. Sin
embargo, la carrera es una actividad cardiovascular bastante agresiva
para nuestro sistema musculoarticular, la principal causa de estas
alteraciones suele tener su origen en el terreno sobre el que realizamos
la actividad.
¿Cuáles son los puntos débiles para un corredor? ¿Qué zonas articulares son las más afectadas? Rápidamente sabemos que desde luego es el tren inferior, pero sin lugar a dudas el eslabón débil de un corredor no son los tobillos o rodillas, sino la zona lumbar. Además de las habituales sobrecargas a nivel lumbar, las lesiones más graves en un corredor suelen ser las denominadas “fracturas por estrés”, debido a los continuos impactos del pie contra el suelo, los cuerpos vertebrales se van dañando poco a poco hasta terminar en una rotura del arco vertebral. Les siguen las condromalacias por degeneración del cartílago de la rodilla y cadera, que una vez más, por los choques articulares en el mismo punto y angulación, terminan por degradarlo y la mala noticia es que el cartílago no vuelve a regenerarse.
Por estas causas, los corredores deben tener en cuenta el terreno por el que realizan la carrera, unas buenas zapatillas servirán de ayuda pero si podemos evitar la causa, lograremos que el efecto no aparezca, el objetivo es alargar la vida deportiva y sobre todo, la salud articular.
El impacto
En la carrera, cada vez que el pie toma contacto con la superficie se produce un impacto. Este impacto es mucho más intenso y agresivo de lo que pensamos, ten en cuenta que se realiza después de una fase aérea, todo el peso de tu cuerpo recae sobre el talón ya que es la primera zona que toma contacto, pero además, venimos con una inercia, lo que representa un aumento en las fuerzas y tensiones en esta fase de la pisada.
En la recepción del pie con el suelo, las fuerzas producidas son absorbidas en parte por la superficie, en otra parte por el calzado y el resto de fuerzas no absorbidas pasan a los músculos y articulaciones del cuerpo.
El terreno sobre el que nos desplazamos tiene que tener un equilibrio adecuado entre resistencia y deformación. Por una parte, necesitamos firmeza para favorecer la mecánica en la fase de impulso, nuestros tejido conjuntivo (fascias y tendones) actúan a modo de muelle, gracias a la resistencia de la superficie, reciben una tensión en el apoyo que la utilizan a continuación para ayudar significativamente en la fase de impulso, este tejido actúa a modo de goma elástica conservando la energía para transformarla en movimiento en la siguiente fase de la pisada. Al recepcionar, el tejido conjuntivo (fase excéntrica), se elonga y al impulsarse (fase concéntrica), se contrae, este mecanismo beneficia enormemente al músculo ya que le quita trabajo y grandes tensiones.
Además, el tejido conjuntivo y huesos, necesitan este tipo de estímulos provocados por las superficies rígidas para mantenerse en unas condiciones mecánicas adecuadas, estas tensiones permiten una adecuada adaptación, estimulando a la producción de colágeno en ligamentos y de osteoblastos en el tejido óseo. Sin embargo, cuando las tensiones y cargas sobrepasan la capacidad de respuesta de los tejidos y nuestro organismo no es capaz de remodelar las estructuras a la velocidad o intensidad a la que se degradan, aparecen procesos inflamatorios, roturas progresivas, degradación del cartílago, roturas por estrés y graves e irreversibles lesiones que generalmente significan el final de la vida deportiva del corredor.
Según lo anteriormente descrito, es importante que sepamos mantener un equilibrio adecuado en este tipo de estímulos. El tipo de terreno es solo un factor que se engloba dentro de otros como el tipo de calzado, carga de trabajo, edad, nivel de condición física y peso corporal.
Analicemos cada una de las superficies desde la más rígida y dura, hasta la más blanda, evaluando sus ventajas e inconvenientes y conveniencia según el caso.
Acerados
Es la superficie más dura, todo el impacto lo absorbe la pierna del corredor ya que este terreno no produce ninguna deformación. Las articulaciones reciben una excesiva carga que a medio y largo plazo terminan por provocar sobrecargas y lesiones. Las aceras, hormigones y pistas de cemento, son excesivamente duras y consecuentemente agresivas para la carrera.
Nota: Muchas ciudades diseñan circuitos para la práctica deportiva, el inconveniente es que son de hormigón, muy bonitos. Para caminar, patinar o montar en bici, son adecuados, pero no para la carrera.
Asfalto
Aunque no seamos capaces de apreciarlo, el asfalto es algo menos duro que las aceras, presenta cierto grado de deformación, por lo que castiga algo menos, pero no lo suficiente. Este tipo de terreno puede ser soportado por corredores bien adaptados, pero continúa sin ser recomendable para la mayoría de runners.
Además se suele correr por la zona del arcén, cuestión aun más peligrosa ya que ésta zona presenta una pendiente para evacuar el agua de lluvia, existe una diferencia de altura que afecta a la pisada de cada pie creando desequilibrios musculares y articulares.
Tierra
Los caminos de tierra compactada, es el terreno más interesante, presentan una adecuada absorción del impacto ya que es un terreno que se deforma, al tiempo que aporta rigidez para el impulso. Los parques y senderos de bosques o terrenos naturales son los ideales para la carrera.
Muy diferentes son las pistas de montaña, como los GR, caminos estrechos que presentan irregularidades y zonas de piedras sueltas. Es el caso de los corredores de Trail de montaña que presentan un riesgo elevado de esquinces y sobrecargas de los músculos estabilizadores del tobillo como peroneos y sóleo. Por tanto, en este tipo de terrenos el problema no es el impacto, sino las irregularidades en el apoyo y el firme inestable en algunas zonas.
Hierba
La vegetación genera un tejido esponjoso y blando que se deforma con cierta facilidad. No suele ser un terreno habitual para correr ya que las zonas de césped son limitadas. Se suele utilizar en casos de reentrenamiento o fases de descarga, donde se realiza un trote suave, implica un impacto mínimo a cambio de un trabajo extra para músculos y ligamentos.
La hierba es un terreno más indicado para sesiones muy cortas o con objetivos de reentrenamiento, dejando de tener interés y beneficio para sesiones completas de carrera.
Arena compactada de playa
Siempre se ha asociado a correr por la playa como algo saludable y de binestar, pero sin embargo, no es así. Correr por la arena de la playa, desde el punto de vista mecánico, aporta muchos más inconvenientes que ventajas, llegando a ser sin duda, el peor terreno para correr.
El tramo de arena mojada, se presenta mas compactada, pero aun así es enormemente blanda y deformable, perdiendo capacidad de respuesta en la fase de impulso. Por otra parte, lo habitual es que esta zona de playa se encuentre con una excesiva inclinación lateral generando una dismetría en la zancada que a medio plazo llega a causar deformaciones en la estructura del pie y alteraciones en la disposición de la cadera y zona lumbar.
Si decides correr por este terreno, realízalo en las últimas horas de marea baja, y seleccionando tramos lo más horizontal posibles. Evita también que entre agua en la zapatilla, las fricciones y rozaduras con la piel húmeda te ocasionarán heridas en la piel.
Este tipo de terreno es ideal para terminar una sesión de carrera, al llegar a esta zona descálzate y camina dejando que tus pies entren en contacto con el agua, la arena proporcionará un efecto de masaje, facilitará el retorno venoso y el agua refrescará tus pies minimizando los procesos inflamatorios.
Arena suelta de playa
Muy interesante para caminar, pero sin duda, el terreno menos adecuado para correr. En el impacto, la superficie prácticamente cede y se deforma enormemente, el impacto para el pie es mínimo, pero el problema viene en la fase de impulso, al no aportar una base sólida obliga a un trabajo excesivo de los músculos tanto para impulsar el pie, como para estabilizarlo, se pierde toda la capacidad elástica del tejido conjuntivo que apuntaba anteriormente y son los músculos los que reciben toda la tensión y responsabilidad para impulsarte, además de perder avance y efectividad en cada zancada, supone una elevada carga de trabajo para los músculos. En pocas sesiones se produce una sobrecarga muscular y posteriormente, la aparición de tendinitis en tendones de inserción y fascia plantar.
La arena de playa, está indicada para sesiones específicas, cortas y puntuales de trabajo de fortalecimientos de los músculos del tobillo, no es nada adecuado realizar largas sesiones de carrera, menos aún cuando no se tiene un acondicionamiento adecuado.
Como resumen
Lo ideal es alternar diferentes tipos de terrenos, son estímulos diferentes para músculos, ligamentos, tejido óseo y receptores sensoriales, pero como norma general, evita abusar de los extremos, no realices largas sesiones por la playa o ciudad y apuesta por terrenos naturales para la mayoría de tus sesiones.
Utiliza los terrenos blandos como césped y arena para caminar, donde se busca un trabajo más de carácter propioceptivo e implicación de músculos estabilizadores. Incluso es beneficioso caminar descalzo para estimular a los receptores sensoriales y permitir una movilidad natural de los huesos del pie.
Corredores experimentados como maratonianos que presentan un peso corporal muy bajo y llevan años entrenando, poseen adaptaciones que les permiten desarrollar un trabajo por terrenos más duros, sin embargo, personas con un peso más elevado, corredores ocasionales, principiantes e incluso corredores populares, siempre deberían prestar atención a sus zapatillas y decantarse por terrenos de tierra.
¿Cuáles son los puntos débiles para un corredor? ¿Qué zonas articulares son las más afectadas? Rápidamente sabemos que desde luego es el tren inferior, pero sin lugar a dudas el eslabón débil de un corredor no son los tobillos o rodillas, sino la zona lumbar. Además de las habituales sobrecargas a nivel lumbar, las lesiones más graves en un corredor suelen ser las denominadas “fracturas por estrés”, debido a los continuos impactos del pie contra el suelo, los cuerpos vertebrales se van dañando poco a poco hasta terminar en una rotura del arco vertebral. Les siguen las condromalacias por degeneración del cartílago de la rodilla y cadera, que una vez más, por los choques articulares en el mismo punto y angulación, terminan por degradarlo y la mala noticia es que el cartílago no vuelve a regenerarse.
Por estas causas, los corredores deben tener en cuenta el terreno por el que realizan la carrera, unas buenas zapatillas servirán de ayuda pero si podemos evitar la causa, lograremos que el efecto no aparezca, el objetivo es alargar la vida deportiva y sobre todo, la salud articular.
El impacto
En la carrera, cada vez que el pie toma contacto con la superficie se produce un impacto. Este impacto es mucho más intenso y agresivo de lo que pensamos, ten en cuenta que se realiza después de una fase aérea, todo el peso de tu cuerpo recae sobre el talón ya que es la primera zona que toma contacto, pero además, venimos con una inercia, lo que representa un aumento en las fuerzas y tensiones en esta fase de la pisada.
En la recepción del pie con el suelo, las fuerzas producidas son absorbidas en parte por la superficie, en otra parte por el calzado y el resto de fuerzas no absorbidas pasan a los músculos y articulaciones del cuerpo.
El terreno sobre el que nos desplazamos tiene que tener un equilibrio adecuado entre resistencia y deformación. Por una parte, necesitamos firmeza para favorecer la mecánica en la fase de impulso, nuestros tejido conjuntivo (fascias y tendones) actúan a modo de muelle, gracias a la resistencia de la superficie, reciben una tensión en el apoyo que la utilizan a continuación para ayudar significativamente en la fase de impulso, este tejido actúa a modo de goma elástica conservando la energía para transformarla en movimiento en la siguiente fase de la pisada. Al recepcionar, el tejido conjuntivo (fase excéntrica), se elonga y al impulsarse (fase concéntrica), se contrae, este mecanismo beneficia enormemente al músculo ya que le quita trabajo y grandes tensiones.
Además, el tejido conjuntivo y huesos, necesitan este tipo de estímulos provocados por las superficies rígidas para mantenerse en unas condiciones mecánicas adecuadas, estas tensiones permiten una adecuada adaptación, estimulando a la producción de colágeno en ligamentos y de osteoblastos en el tejido óseo. Sin embargo, cuando las tensiones y cargas sobrepasan la capacidad de respuesta de los tejidos y nuestro organismo no es capaz de remodelar las estructuras a la velocidad o intensidad a la que se degradan, aparecen procesos inflamatorios, roturas progresivas, degradación del cartílago, roturas por estrés y graves e irreversibles lesiones que generalmente significan el final de la vida deportiva del corredor.
Según lo anteriormente descrito, es importante que sepamos mantener un equilibrio adecuado en este tipo de estímulos. El tipo de terreno es solo un factor que se engloba dentro de otros como el tipo de calzado, carga de trabajo, edad, nivel de condición física y peso corporal.
Analicemos cada una de las superficies desde la más rígida y dura, hasta la más blanda, evaluando sus ventajas e inconvenientes y conveniencia según el caso.
Acerados
Es la superficie más dura, todo el impacto lo absorbe la pierna del corredor ya que este terreno no produce ninguna deformación. Las articulaciones reciben una excesiva carga que a medio y largo plazo terminan por provocar sobrecargas y lesiones. Las aceras, hormigones y pistas de cemento, son excesivamente duras y consecuentemente agresivas para la carrera.
Nota: Muchas ciudades diseñan circuitos para la práctica deportiva, el inconveniente es que son de hormigón, muy bonitos. Para caminar, patinar o montar en bici, son adecuados, pero no para la carrera.
Asfalto
Aunque no seamos capaces de apreciarlo, el asfalto es algo menos duro que las aceras, presenta cierto grado de deformación, por lo que castiga algo menos, pero no lo suficiente. Este tipo de terreno puede ser soportado por corredores bien adaptados, pero continúa sin ser recomendable para la mayoría de runners.
Además se suele correr por la zona del arcén, cuestión aun más peligrosa ya que ésta zona presenta una pendiente para evacuar el agua de lluvia, existe una diferencia de altura que afecta a la pisada de cada pie creando desequilibrios musculares y articulares.
Tierra
Los caminos de tierra compactada, es el terreno más interesante, presentan una adecuada absorción del impacto ya que es un terreno que se deforma, al tiempo que aporta rigidez para el impulso. Los parques y senderos de bosques o terrenos naturales son los ideales para la carrera.
Muy diferentes son las pistas de montaña, como los GR, caminos estrechos que presentan irregularidades y zonas de piedras sueltas. Es el caso de los corredores de Trail de montaña que presentan un riesgo elevado de esquinces y sobrecargas de los músculos estabilizadores del tobillo como peroneos y sóleo. Por tanto, en este tipo de terrenos el problema no es el impacto, sino las irregularidades en el apoyo y el firme inestable en algunas zonas.
Hierba
La vegetación genera un tejido esponjoso y blando que se deforma con cierta facilidad. No suele ser un terreno habitual para correr ya que las zonas de césped son limitadas. Se suele utilizar en casos de reentrenamiento o fases de descarga, donde se realiza un trote suave, implica un impacto mínimo a cambio de un trabajo extra para músculos y ligamentos.
La hierba es un terreno más indicado para sesiones muy cortas o con objetivos de reentrenamiento, dejando de tener interés y beneficio para sesiones completas de carrera.
Arena compactada de playa
Siempre se ha asociado a correr por la playa como algo saludable y de binestar, pero sin embargo, no es así. Correr por la arena de la playa, desde el punto de vista mecánico, aporta muchos más inconvenientes que ventajas, llegando a ser sin duda, el peor terreno para correr.
El tramo de arena mojada, se presenta mas compactada, pero aun así es enormemente blanda y deformable, perdiendo capacidad de respuesta en la fase de impulso. Por otra parte, lo habitual es que esta zona de playa se encuentre con una excesiva inclinación lateral generando una dismetría en la zancada que a medio plazo llega a causar deformaciones en la estructura del pie y alteraciones en la disposición de la cadera y zona lumbar.
Si decides correr por este terreno, realízalo en las últimas horas de marea baja, y seleccionando tramos lo más horizontal posibles. Evita también que entre agua en la zapatilla, las fricciones y rozaduras con la piel húmeda te ocasionarán heridas en la piel.
Este tipo de terreno es ideal para terminar una sesión de carrera, al llegar a esta zona descálzate y camina dejando que tus pies entren en contacto con el agua, la arena proporcionará un efecto de masaje, facilitará el retorno venoso y el agua refrescará tus pies minimizando los procesos inflamatorios.
Arena suelta de playa
Muy interesante para caminar, pero sin duda, el terreno menos adecuado para correr. En el impacto, la superficie prácticamente cede y se deforma enormemente, el impacto para el pie es mínimo, pero el problema viene en la fase de impulso, al no aportar una base sólida obliga a un trabajo excesivo de los músculos tanto para impulsar el pie, como para estabilizarlo, se pierde toda la capacidad elástica del tejido conjuntivo que apuntaba anteriormente y son los músculos los que reciben toda la tensión y responsabilidad para impulsarte, además de perder avance y efectividad en cada zancada, supone una elevada carga de trabajo para los músculos. En pocas sesiones se produce una sobrecarga muscular y posteriormente, la aparición de tendinitis en tendones de inserción y fascia plantar.
La arena de playa, está indicada para sesiones específicas, cortas y puntuales de trabajo de fortalecimientos de los músculos del tobillo, no es nada adecuado realizar largas sesiones de carrera, menos aún cuando no se tiene un acondicionamiento adecuado.
Como resumen
Lo ideal es alternar diferentes tipos de terrenos, son estímulos diferentes para músculos, ligamentos, tejido óseo y receptores sensoriales, pero como norma general, evita abusar de los extremos, no realices largas sesiones por la playa o ciudad y apuesta por terrenos naturales para la mayoría de tus sesiones.
Utiliza los terrenos blandos como césped y arena para caminar, donde se busca un trabajo más de carácter propioceptivo e implicación de músculos estabilizadores. Incluso es beneficioso caminar descalzo para estimular a los receptores sensoriales y permitir una movilidad natural de los huesos del pie.
Corredores experimentados como maratonianos que presentan un peso corporal muy bajo y llevan años entrenando, poseen adaptaciones que les permiten desarrollar un trabajo por terrenos más duros, sin embargo, personas con un peso más elevado, corredores ocasionales, principiantes e incluso corredores populares, siempre deberían prestar atención a sus zapatillas y decantarse por terrenos de tierra.
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Errores más comunes en la sala de fitness
Es muy común que al comenzar un programa o visitar una sala de fitness por primera vez tengamos dudas y cometamos algunos errores por desconocimiento que nos pasan desapercibidos, solemos fijarnos en otros que llevan tiempo entrenando o actuamos por intuición, aplicando mas fuerza que técnica, otras veces nos equivocamos por querer evolucionar más rápido, sin permitir las primeras adaptaciones. Y es que "más no siempre es mejor".
Aquí te describo los cinco errores más habituales que no solamente los iniciados suelen cometer, sino también muchas personas que llevan tiempo entrenando.
1. No controlar la fase excéntrica.
Después de concentrarnos y colocarnos para realizar la fase concéntrica (también llamada "positiva"), desatendemos y no prestamos atención a la fase excéntrica. Como criterio general, intenta ejecutar la fase excéntrica, la que va a favor de la gravedad, siempre más lenta que la fase concéntrica. Es un error muy habitual poner todo el esfuerzo en levantar la carga para posteriormente casi dejarla caer en la fase de bajada por fatiga y falta de control muscular.
Una fase excéntrica sin control puede suponer un elongamiento muscular intenso para el cual aún no está preparado el tejido conjuntivo, es la principal causa de distensiones musculares y pequeñas roturas musculares. Por otra parte, no desaproveches los beneficios que nos aporta un control de las contracciones excéntricas, es donde se producen las mayores ganancias de fuerza y masa muscular.
2. Demasiados ejercicios.
Al comienzo, siempre queremos hacer un poco más y, además, se suelen incluir más ejercicios en aquellos grupos musculares que más deseamos fortalecer o pretender que aumenten de tamaño, lo cual es un completo error. Recordemos una vez más que las ganancias de fuerza y masa muscular se experimentan por manejar altas intensidades y no por realizar más series y más repeticiones hasta agotar al músculo, eso tan sólo logrará vaciarlo de glucógeno y fatigarlo en exceso, pasaremos de entrenar intensidad a resistencia muscular. Pero además, vaciar al músculo de sus reservas de glucógeno en estas fases iniciales donde aun no existen las adaptaciones necesarias, tan solo conseguiremos retrasar la recuperación y el músculo entrará en sobreentrenamiento, mas no siempre es mejor.
Mi consejo es que te centres en los grandes grupos musculares, olvídate por ahora del bíceps, tríceps y por supuesto de antebrazos y gemelos, son músculos secundarios y sinergistas que se verán involucrados cuando entrenemos pectoral, dorsal o cuadriceps.
Con uno o dos ejercicios para cada grupo muscular será suficiente para conseguir las primeras adaptaciones. Más ejercicios o más series, tan solo conseguirá retrasar la recuperación.
Tus primeros planes de entrenamiento.
Para que tengas una referencia, aquí tienes un ejemplo de cómo sería un plan de entrenamiento de iniciación para las primeras semanas en el gimnasio.
Para comenzar, un circuito.
Con dos o tres días a la semana e intentando siempre realizarlos en días alternativos, el circuito es una buena opción para conseguir las primeras adaptaciones. Es preferible que apuestes por los ejercicios en máquinas, son más seguros y te enseñaran el rango de movimiento adecuado para cuando utilices el peso libre.
Continúa con una doble división
Después de dos o tres semanas con el circuito, puedes pasar a una doble división, es decir, dividir a los diferentes grupos musculares en dos sesiones de entrenamiento. Esto nos permitirá aumentar el volumen de ejercicios y disponer de más tiempo de recuperación. Una doble división es ideal para personas que entrenen fuerza entre tres y cuatro días a la semana. Continúa con el trabajo en máquina pero puedes introducir ejercicios en el multipower o utilizar alguna polea segura.
3. Llegar al fallo muscular.
Llegar al fallo muscular es un recurso que sólo deben utilizar personas avanzadas y de forma puntual. Se suele aplicar a ejercicios básicos y con grandes grupos musculares con el objetivo de conseguir intensidades límite y tensiones musculares máximas, es el mejor estímulo para el desarrollo muscular.
Sin embargo, no es lógico llevar al fallo muscular por costumbre a todos los ejercicios y grupos musculares en un entrenamiento de fuerza. Es un recurso efectivo pero también hay que decir que muy agresivo para el tejido conjuntivo que en personas iniciadas con falta de acondicionamiento puede llegar a producir tendinitis, desgarros e incluso la rotura de inserción del tendón.
En estas fases iniciales del entrenamiento quédate siempre con la sensación de poder realizar una o dos repeticiones más, resérvate de ese último esfuerzo máximo, las mejoras serán las mismas pero evitarás lesiones y sobrecargas.
4. No controlar la postura durante todo el ejercicio.
Al no tener automatizada la postura correcta, es común ver cómo las personas iniciadas se colocan correctamente para iniciar el ejercicio pero conforme van realizándose repeticiones, la van perdiendo, a medida que se fatigan los músculos implicados entran en acción los secundarios comprometiendo así la estabilidad. Se generan inercias, balanceos y cambios del centro de gravedad, desplazando la carga hacia otras zonas musculares, perdiendo efectividad el objetivo del ejercicio ya que al final el esfuerzo termina siendo realizado por músculos secundarios y estabilizadores.
Cuando los músculos principales se fatigan, entran en acción con mayor protagonismo los sinergistas y estabilizadores profundos que son más pequeños, en personas iniciadas el problema es que estos músculos se fatigan con rapidez comprometiendo a su vez en exceso a los estabilizadores pasivos que son las estructuras óseas. La consecuencia es un exceso de carga sobre superficies articulares, discos intervertebrales y tejido conjuntivo como fascias y ligamentos, produciéndose lesiones a muy corto plazo.
Por ejemplo, en una sentadilla los principales grupos musculares implicados son cuadriceps y glúteos, la musculatura erectora de la columna (lumbares) son los sinergistas y estabilizadores de la columna, si se fatigan la carga pasará a las vértebras lumbares que tenderán a flexionarse y la presión en el disco intervertebral será excesiva. Por esta razón es mas importante una buena técnica de ejecución y acondicionamiento en los músculos del core que fuerza en las piernas.
Hasta que mejores tu postura, tengas mejor técnica de ejecución y sobre todo mejores la fuerza de tus estabilizadores, es conveniente que selecciones ejercicios guiados y estables en máquinas. El press de pecho sentado, la prensa de piernas o el remo en máquina, son de los ejercicios más seguros.
Es muy recomendable que antes de comenzar cada serie repases los puntos claves del ejercicio, luego quedarán automatizados, si no lo haces, serán los errores los que quedes automatizados. Es conveniente que te observes en el espejo si tienes posibilidad, así tendrás un feedback al instante.
Más core y menos abdominales
Si hay un grupo muscular que necesita unas adecuadas adaptaciones musculares, son los músculos del tronco, el denominado "core". Estos músculos que rodean a la columna lumbar son los responsables de transmitir las fuerzas con eficiencia y lo más importante, conseguir seguridad y estabilidad a la columna, ya sean en ejercicios de fuerza o de carácter cardiovascular. La columna recibe continuas cargas e impactos, si vamos a levantar cargas, correr o saltar, los músculos del core deben estar preparados para este trabajo.
Los tradicionales abdominales en el suelo no vienen mal pero son mucho más interesantes las planchas en apoyo prono y lateral. Incluye alguna en tus ejercicios.
5. Abandonar la fase de iniciación
Las primeras adaptaciones tanto a nivel cardiovascular como muscular suelen suceder después de unas 6 ú 8 semanas, notarás que tu ritmo cardiaco se adapta rápidamente y conserva un estado estable para una intensidad continua, en los entrenamientos de fuerza habrás aumentado la carga considerablemente y comenzarás a ver mejoras muy significativas en el tono muscular, pero la gran señal es que ya no tendrás las necesarias y molestas agujetas, ni sobrecargas musculares del comienzo.
Una vez que tengas estas primeras adaptaciones, será el momento de avanzar en cuestiones de intensidad y volumen de ejercicios. Podrás aumentar tanto la intensidad, como la cantidad de tiempo en tus entrenamientos cardiovasculares, incluso ya será hora de afrontar cambios de ritmo, en cuanto a tus entrenamientos de fuerza, puedes y debes ir introduciendo ejercicios con pesos libres y utilizando métodos más avanzados como las series en pirámides.
Aquí te describo los cinco errores más habituales que no solamente los iniciados suelen cometer, sino también muchas personas que llevan tiempo entrenando.
1. No controlar la fase excéntrica.
Después de concentrarnos y colocarnos para realizar la fase concéntrica (también llamada "positiva"), desatendemos y no prestamos atención a la fase excéntrica. Como criterio general, intenta ejecutar la fase excéntrica, la que va a favor de la gravedad, siempre más lenta que la fase concéntrica. Es un error muy habitual poner todo el esfuerzo en levantar la carga para posteriormente casi dejarla caer en la fase de bajada por fatiga y falta de control muscular.
Una fase excéntrica sin control puede suponer un elongamiento muscular intenso para el cual aún no está preparado el tejido conjuntivo, es la principal causa de distensiones musculares y pequeñas roturas musculares. Por otra parte, no desaproveches los beneficios que nos aporta un control de las contracciones excéntricas, es donde se producen las mayores ganancias de fuerza y masa muscular.
2. Demasiados ejercicios.
Al comienzo, siempre queremos hacer un poco más y, además, se suelen incluir más ejercicios en aquellos grupos musculares que más deseamos fortalecer o pretender que aumenten de tamaño, lo cual es un completo error. Recordemos una vez más que las ganancias de fuerza y masa muscular se experimentan por manejar altas intensidades y no por realizar más series y más repeticiones hasta agotar al músculo, eso tan sólo logrará vaciarlo de glucógeno y fatigarlo en exceso, pasaremos de entrenar intensidad a resistencia muscular. Pero además, vaciar al músculo de sus reservas de glucógeno en estas fases iniciales donde aun no existen las adaptaciones necesarias, tan solo conseguiremos retrasar la recuperación y el músculo entrará en sobreentrenamiento, mas no siempre es mejor.
Mi consejo es que te centres en los grandes grupos musculares, olvídate por ahora del bíceps, tríceps y por supuesto de antebrazos y gemelos, son músculos secundarios y sinergistas que se verán involucrados cuando entrenemos pectoral, dorsal o cuadriceps.
Con uno o dos ejercicios para cada grupo muscular será suficiente para conseguir las primeras adaptaciones. Más ejercicios o más series, tan solo conseguirá retrasar la recuperación.
Tus primeros planes de entrenamiento.
Para que tengas una referencia, aquí tienes un ejemplo de cómo sería un plan de entrenamiento de iniciación para las primeras semanas en el gimnasio.
Para comenzar, un circuito.
Con dos o tres días a la semana e intentando siempre realizarlos en días alternativos, el circuito es una buena opción para conseguir las primeras adaptaciones. Es preferible que apuestes por los ejercicios en máquinas, son más seguros y te enseñaran el rango de movimiento adecuado para cuando utilices el peso libre.
Continúa con una doble división
Después de dos o tres semanas con el circuito, puedes pasar a una doble división, es decir, dividir a los diferentes grupos musculares en dos sesiones de entrenamiento. Esto nos permitirá aumentar el volumen de ejercicios y disponer de más tiempo de recuperación. Una doble división es ideal para personas que entrenen fuerza entre tres y cuatro días a la semana. Continúa con el trabajo en máquina pero puedes introducir ejercicios en el multipower o utilizar alguna polea segura.
3. Llegar al fallo muscular.
Llegar al fallo muscular es un recurso que sólo deben utilizar personas avanzadas y de forma puntual. Se suele aplicar a ejercicios básicos y con grandes grupos musculares con el objetivo de conseguir intensidades límite y tensiones musculares máximas, es el mejor estímulo para el desarrollo muscular.
Sin embargo, no es lógico llevar al fallo muscular por costumbre a todos los ejercicios y grupos musculares en un entrenamiento de fuerza. Es un recurso efectivo pero también hay que decir que muy agresivo para el tejido conjuntivo que en personas iniciadas con falta de acondicionamiento puede llegar a producir tendinitis, desgarros e incluso la rotura de inserción del tendón.
En estas fases iniciales del entrenamiento quédate siempre con la sensación de poder realizar una o dos repeticiones más, resérvate de ese último esfuerzo máximo, las mejoras serán las mismas pero evitarás lesiones y sobrecargas.
4. No controlar la postura durante todo el ejercicio.
Al no tener automatizada la postura correcta, es común ver cómo las personas iniciadas se colocan correctamente para iniciar el ejercicio pero conforme van realizándose repeticiones, la van perdiendo, a medida que se fatigan los músculos implicados entran en acción los secundarios comprometiendo así la estabilidad. Se generan inercias, balanceos y cambios del centro de gravedad, desplazando la carga hacia otras zonas musculares, perdiendo efectividad el objetivo del ejercicio ya que al final el esfuerzo termina siendo realizado por músculos secundarios y estabilizadores.
Cuando los músculos principales se fatigan, entran en acción con mayor protagonismo los sinergistas y estabilizadores profundos que son más pequeños, en personas iniciadas el problema es que estos músculos se fatigan con rapidez comprometiendo a su vez en exceso a los estabilizadores pasivos que son las estructuras óseas. La consecuencia es un exceso de carga sobre superficies articulares, discos intervertebrales y tejido conjuntivo como fascias y ligamentos, produciéndose lesiones a muy corto plazo.
Por ejemplo, en una sentadilla los principales grupos musculares implicados son cuadriceps y glúteos, la musculatura erectora de la columna (lumbares) son los sinergistas y estabilizadores de la columna, si se fatigan la carga pasará a las vértebras lumbares que tenderán a flexionarse y la presión en el disco intervertebral será excesiva. Por esta razón es mas importante una buena técnica de ejecución y acondicionamiento en los músculos del core que fuerza en las piernas.
Hasta que mejores tu postura, tengas mejor técnica de ejecución y sobre todo mejores la fuerza de tus estabilizadores, es conveniente que selecciones ejercicios guiados y estables en máquinas. El press de pecho sentado, la prensa de piernas o el remo en máquina, son de los ejercicios más seguros.
Es muy recomendable que antes de comenzar cada serie repases los puntos claves del ejercicio, luego quedarán automatizados, si no lo haces, serán los errores los que quedes automatizados. Es conveniente que te observes en el espejo si tienes posibilidad, así tendrás un feedback al instante.
Más core y menos abdominales
Si hay un grupo muscular que necesita unas adecuadas adaptaciones musculares, son los músculos del tronco, el denominado "core". Estos músculos que rodean a la columna lumbar son los responsables de transmitir las fuerzas con eficiencia y lo más importante, conseguir seguridad y estabilidad a la columna, ya sean en ejercicios de fuerza o de carácter cardiovascular. La columna recibe continuas cargas e impactos, si vamos a levantar cargas, correr o saltar, los músculos del core deben estar preparados para este trabajo.
Los tradicionales abdominales en el suelo no vienen mal pero son mucho más interesantes las planchas en apoyo prono y lateral. Incluye alguna en tus ejercicios.
5. Abandonar la fase de iniciación
Las primeras adaptaciones tanto a nivel cardiovascular como muscular suelen suceder después de unas 6 ú 8 semanas, notarás que tu ritmo cardiaco se adapta rápidamente y conserva un estado estable para una intensidad continua, en los entrenamientos de fuerza habrás aumentado la carga considerablemente y comenzarás a ver mejoras muy significativas en el tono muscular, pero la gran señal es que ya no tendrás las necesarias y molestas agujetas, ni sobrecargas musculares del comienzo.
Una vez que tengas estas primeras adaptaciones, será el momento de avanzar en cuestiones de intensidad y volumen de ejercicios. Podrás aumentar tanto la intensidad, como la cantidad de tiempo en tus entrenamientos cardiovasculares, incluso ya será hora de afrontar cambios de ritmo, en cuanto a tus entrenamientos de fuerza, puedes y debes ir introduciendo ejercicios con pesos libres y utilizando métodos más avanzados como las series en pirámides.
Ejercicios: Congestión muscular??
La congestión muscular se produce por el flujo de sangre que llega a los músculos durante una sesión de entrenamiento siendo sencilla de lograr en especial si se trabajan series largas pero con cargas ligeras.
Este método suelen utilizarlo algunos modelos para realizar sus sesiones de fotos y también los culturistas, a pesar que la ganancia de volumen obtenida es momentánea, ya que no se ha tejido muscular, sino que los músculos se hinchan por la sangre que les llega y esto desaparece poco a poco una vez terminada la serie de ejercicios para bíceps y tríceps.
Es necesario tener en cuenta que esta ganancia de volumen es momentánea y la congestión no significa un crecimiento muscular a pesar que puede tener su utilidad ya que lleva oxigeno y nutrientes durante el esfuerzo.
Sin embargo, algunas personas tienen problemas para lograr esta congestión muscular y por lo general esto se debe a una dieta poco eficiente o también a una técnica en la ejecución de la rutina de ejercicios. Asimismo, no todos los grupos musculares son fáciles de congestionar como es el caso de los hombros.
Existen varios métodos que pueden ayudar a ganar centímetros en los brazos durante un día y para ello se deberán trabajar series largas y cargas ligeras lo que se traduce en un gran volumen de entrenamiento con muchas repeticiones.
Los expertos en no recomiendan utilizar estos métodos de congestión muscular de forma habitual ya que además de desaparecer al poco tiempo puede llevar a quien lo practica a un sobre-entrenamiento.
Para lograr la congestión muscular se debe reducir el tiempo de descanso y extender las series o también reduciendo la velocidad en cada repetición.
Los especialistas recomiendan entrenar con lo métodos tradicionales y si se desea ya en el final del entrenamiento o al concluir las series de cada grupo muscular hacer una serie más larga y utilizando menos peso para terminar con la sensación de congestión.
No es necesario entrenar durante mucho tiempo para lograr la congestión muscular y por lo general con una hora de trabajo intenso es suficiente, siendo importante hacer un control de los tiempos de descanso y además de realizar series largas con poco peso también se puede reducir el tiempo entre cada serie a treinta segundos para lograr un aumento de la congestión.
Este método suelen utilizarlo algunos modelos para realizar sus sesiones de fotos y también los culturistas, a pesar que la ganancia de volumen obtenida es momentánea, ya que no se ha tejido muscular, sino que los músculos se hinchan por la sangre que les llega y esto desaparece poco a poco una vez terminada la serie de ejercicios para bíceps y tríceps.
Es necesario tener en cuenta que esta ganancia de volumen es momentánea y la congestión no significa un crecimiento muscular a pesar que puede tener su utilidad ya que lleva oxigeno y nutrientes durante el esfuerzo.
Sin embargo, algunas personas tienen problemas para lograr esta congestión muscular y por lo general esto se debe a una dieta poco eficiente o también a una técnica en la ejecución de la rutina de ejercicios. Asimismo, no todos los grupos musculares son fáciles de congestionar como es el caso de los hombros.
Existen varios métodos que pueden ayudar a ganar centímetros en los brazos durante un día y para ello se deberán trabajar series largas y cargas ligeras lo que se traduce en un gran volumen de entrenamiento con muchas repeticiones.
Los expertos en no recomiendan utilizar estos métodos de congestión muscular de forma habitual ya que además de desaparecer al poco tiempo puede llevar a quien lo practica a un sobre-entrenamiento.
Para lograr la congestión muscular se debe reducir el tiempo de descanso y extender las series o también reduciendo la velocidad en cada repetición.
Los especialistas recomiendan entrenar con lo métodos tradicionales y si se desea ya en el final del entrenamiento o al concluir las series de cada grupo muscular hacer una serie más larga y utilizando menos peso para terminar con la sensación de congestión.
No es necesario entrenar durante mucho tiempo para lograr la congestión muscular y por lo general con una hora de trabajo intenso es suficiente, siendo importante hacer un control de los tiempos de descanso y además de realizar series largas con poco peso también se puede reducir el tiempo entre cada serie a treinta segundos para lograr un aumento de la congestión.
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lunes, 1 de julio de 2013
Aerobicos: Dos modelos de Intervalos para quemar más grasa en menos tiempo
Más grasa por menos tiempo de ejercicio, de eso tratan los intervalos. Ahora bien, la clave de los intervalos para que sean efectivos es dar el todo por el todo en periodos muy cortos de tiempo. Si lo haces bien solo necesitarás tres sesiones de cardio semanales de 20 minutos y tu porcentaje de grasa corporal llegará a números increíbles.
¿Cómo lo haces?
Hay distintas variaciones de intervalos que pueden aplicarse a la mayoría de los métodos tradicionales de entrenamiento aeróbico (cintas de correr, elípticas, bicicletas, salir a correr, remo, etc). Hoy vamos a mostrarte dos, una muy efectiva para cualquier persona que ya haga ejercicio y otra para personas de un nivel intermedio para abajo, o bien para alguien que nunca ha probado el entrenamiento por intervalos.
El método 6/9
Uno de los métodos más efectivos. Los números hacen referencia a los segundos que dura un intervalo y en este caso significan que das el todo por el todo durante seis segundos, y luego reduces la intensidad a alrededor de un 50-60% por nueve segundos. Por supuesto que este ciclo no se hace solo una vez sino que se continúa haciéndolo por el tiempo que puedas. Este método funcionará para cualquiera que lo empiece y se mantenga constante haciéndolo. Definitivamente notará una diferencia con el paso del tiempo.
Por ejemplo te subes a una bicicleta fija (recuerda que se hace con cualquier forma de cardio) y calientas durante unos 3 a 5 minutos. Una vez que calientas empieza la intensidad, arrancas con un sprint almáximo durante 6 segundos. Luego bajas al 50%, 60% del máximo esfuerzo duranto 9 segundos. Inmediatamente vas por otros 6 segundos al máximo para descansar otros 9.
Haces 4 intervalos de 15 segundos por cada minuto (6 intensos más 9 de recupero) y te mantienes haciéndolo por el tiempo que puedas. Simplemente tienes que asegurarte de dar el máximo durante los 6 segundos del sprint. Está bien si solo puedes hacerlo durante unos pocos minutos las primeras veces. Entre otras cosas entrenar de esta manera mejorará tu estado físico y la resistencia así que con el paso del tiempo serás capaz de hacer más.
El método 30/30
Este método fue uno de los primeros con los que se empezaron los intervalos. En rigor de verdad no se puede ir el todo por el todo durante 30 segundos, y si lo haces es casi seguro que no estás dando el máximo esfuerzo durante esos 30 segundos. Por ello es que con el tiempo se ha ido perfeccionando el HIIT y llevándose los números de alta intensidad a unos de menor duración. Algunos practican rutinas 30/60 para favorcer la recuperación pero el tiempo de máxima intensidad sigue siendo alto.
¿Por qué te mostramos este método entonces? Porque es ideal para principiantes o para personas que nunca antes hicieron intervalos. Estos intervalos largos de 30 segundos pueden ser útiles para ti si es el caso. Querrás empezar aquí si no estás acostumbrado a la alta intensidad en tu entrenamiento de cardio. Luego puedes empezar a reducir esos intervalos y probar intervalos más eficientes del estilo 6/9 u 8/12.
¿Por qué funcionan los intervalos?
Cuando estás dando el máximo esfuerzo tu cuerpo produce más de un compuesto llamado catecolamina que funciona a la manera de un disparador para que tu cuerpo empiece a quemar grasa. Pero no solo eso, si la intensidad es correcta entonces el proceso de quema de grasas durará más tiempo. Por eso es que querrás hacer intervalos, para quemar más grasa y por más tiempo.
martes, 25 de junio de 2013
¿Qué te aporta una sesión de CrossFit?
Salvo que hayas estado fuera del planeta en los dos últimos años seguro que has escuchado hablar del CrossFit. ¿Es un buen complemento para corredores? ¿Puede ser un recambio? Un grupo de estudiosos de Alabama han tratado de arrojar algo de luz sobre la materia.
Tomaron a nueve sujetos mayores de edad, 'crossfiteros' durante los últimos tres meses, como mínimo, y les hicieron enfrentarse a "Cindy", que es un entrenamiento muy conocido de CrossFit consistente en 5 abdominales, 10 flexiones y 15 sentadillas con salto, y repetir tanto como fuera posible en 20 minutos.
La monitorización del ejercicio arrojó una intensidad de VO2max medio del 63%, lo que indica el ejercicio aeróbico. Según el American College of Sports Medicine los ejercicios de entre el 64 y 90 por ciento de VO2max se definen de "intensidad vigorosa". Si hablamos de running, ir al 65% sería correr suave, un poco menos de intensidad que la pista o un rodaje a ritmo.
El consumo calórico en 20 minutos fue de 260 calorías. Con la regla general de que se gastan 65 calorías por cada kilómetro y medio, más o menos hicieron un total 4 kilómetros, a unos 5 minutos el mil de ritmo.
El estudio concluye que este ejercicio de CrossFit le viene como anillo al dedo a aquellos medianamente acostumbrados a esta disciplina un buen entrenamiento de 20 minutos. Lo que no quiere decir que equivalga a 20 minutos de trote. Si quieres correr más rápido es más importante hacer ejercicios específicos que la forma física general. Si corres para mejorar, el CrossFit puede ser un buen complemento, pero no un sustituto.
Y, aunque la quema de calorías del ejercicio intenso es mayor, hay que tener en cuenta que no es tan fácil mantener un ejercicio vigoroso durante mucho tiempo (cosa que sí puedes hacer trotando).
Tomaron a nueve sujetos mayores de edad, 'crossfiteros' durante los últimos tres meses, como mínimo, y les hicieron enfrentarse a "Cindy", que es un entrenamiento muy conocido de CrossFit consistente en 5 abdominales, 10 flexiones y 15 sentadillas con salto, y repetir tanto como fuera posible en 20 minutos.
La monitorización del ejercicio arrojó una intensidad de VO2max medio del 63%, lo que indica el ejercicio aeróbico. Según el American College of Sports Medicine los ejercicios de entre el 64 y 90 por ciento de VO2max se definen de "intensidad vigorosa". Si hablamos de running, ir al 65% sería correr suave, un poco menos de intensidad que la pista o un rodaje a ritmo.
El consumo calórico en 20 minutos fue de 260 calorías. Con la regla general de que se gastan 65 calorías por cada kilómetro y medio, más o menos hicieron un total 4 kilómetros, a unos 5 minutos el mil de ritmo.
El estudio concluye que este ejercicio de CrossFit le viene como anillo al dedo a aquellos medianamente acostumbrados a esta disciplina un buen entrenamiento de 20 minutos. Lo que no quiere decir que equivalga a 20 minutos de trote. Si quieres correr más rápido es más importante hacer ejercicios específicos que la forma física general. Si corres para mejorar, el CrossFit puede ser un buen complemento, pero no un sustituto.
Y, aunque la quema de calorías del ejercicio intenso es mayor, hay que tener en cuenta que no es tan fácil mantener un ejercicio vigoroso durante mucho tiempo (cosa que sí puedes hacer trotando).
miércoles, 19 de junio de 2013
Correr: Cinco consejos para aumentar los rendimientos de la carrera
Hacer jogging es algo fácil y no cuesta caro. Un buen par de baskets, un look deportivo, y ya estáis listo. Pero, ¿cómo correr eficazmente y progresar en la carrera a pie?
Adoptar un ritmo regular
Los Juegos Olímpicos habrán dado a más de uno las ganas de ponerse a correr, pero una de las claves del éxito es la regularidad de los entrenamientos, con el fin de progresar suavemente. Una buena manera de conseguirlo es inscribirse en una carrera y elaborar un programa de entrenamiento adaptado.
Adoptar la postura correcta
Incluso si se encuentra rápidamente el ritmo, el hecho de correr con una mala postura, cuando el cuerpo no está bien alineado, conlleva una pérdida de energía y un mayor riesgo de sufrir algún tipo de daño. Se aconseja mantener un correcto alineamiento de todo el cuerpo, que los hombros estén relajados, y comprometer la cintura abdominal.
AeróbicosLa elección del calzado
Lo importante es invertir en un buen calzado para hacer la diferencia y permitir sentirse más ligero y evitar cualquier tipo de daño físico.
Una buena alimentación
Algunas horas antes de correr, se aconseja comer algo que contenga glúcidos y proteínas, para cargarse bien de energía. Si no es así, se puede consumir también glúcidos que sean fácilmente asimilables, como un trozo de pan justo antes de lanzarse a la carrera.
Diferentes tipos de suelo
Para progresar en la carrera a pie, es importante variar las superficies sobre las que se entrena: arena, pista, cinta, etc. El hecho de correr al aire libre permite reforzar los músculos, aumentar la velocidad y la resistencia. También conviene incorporar los tiempos fraccionados en el entrenamiento y no dudar a la hora de subir por cuestas con diferentes niveles de elevación.
En cualquier caso, la carrera es una actividad que está al alcance de todo el mundo, pero para la que conviene prepararse razonablemente si queremos evitar cualquier tipo de daño físico.
Adoptar un ritmo regular
Los Juegos Olímpicos habrán dado a más de uno las ganas de ponerse a correr, pero una de las claves del éxito es la regularidad de los entrenamientos, con el fin de progresar suavemente. Una buena manera de conseguirlo es inscribirse en una carrera y elaborar un programa de entrenamiento adaptado.
Adoptar la postura correcta
Incluso si se encuentra rápidamente el ritmo, el hecho de correr con una mala postura, cuando el cuerpo no está bien alineado, conlleva una pérdida de energía y un mayor riesgo de sufrir algún tipo de daño. Se aconseja mantener un correcto alineamiento de todo el cuerpo, que los hombros estén relajados, y comprometer la cintura abdominal.
AeróbicosLa elección del calzado
Lo importante es invertir en un buen calzado para hacer la diferencia y permitir sentirse más ligero y evitar cualquier tipo de daño físico.
Una buena alimentación
Algunas horas antes de correr, se aconseja comer algo que contenga glúcidos y proteínas, para cargarse bien de energía. Si no es así, se puede consumir también glúcidos que sean fácilmente asimilables, como un trozo de pan justo antes de lanzarse a la carrera.
Diferentes tipos de suelo
Para progresar en la carrera a pie, es importante variar las superficies sobre las que se entrena: arena, pista, cinta, etc. El hecho de correr al aire libre permite reforzar los músculos, aumentar la velocidad y la resistencia. También conviene incorporar los tiempos fraccionados en el entrenamiento y no dudar a la hora de subir por cuestas con diferentes niveles de elevación.
En cualquier caso, la carrera es una actividad que está al alcance de todo el mundo, pero para la que conviene prepararse razonablemente si queremos evitar cualquier tipo de daño físico.
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Ejercicios: Consigue grandes brazos dejando fuera el braquial
Si estáis trabajando los bíceps al máximo y no crecen, la solución puede consistir en encontrar el ángulo del crecimiento.
Todos sabemos de la importancia de unos bíceps llenos y con forma para la imagen general de un culturista. El entrenamiento de bíceps quizá sea el más sencillo de todos en cuanto a ejercicios, pero miles de atletas no consiguen estimular el crecimiento de esta parte del brazo. Es un hecho.
Por suerte también existe una solución. Si estáis entre los que nunca alcanzan una buena contracción de bíceps y el crecimiento que le sigue, no dejéis de leer. Aquí tenéis algunos trucos que os pueden ayudar a cambiar la situación.
El problema del braquial
Aunque muy pocas veces se sabe o se comenta, el curl habitual no incide de forma directa en el bíceps. Al menos, esto es lo que le ocurre a ciertas personas, según su distribución anatómica. Para un grupo de desafortunados, el mayor culpable de esta situación es el músculo braquial, que se sitúa debajo de la parte externa del bíceps.
Es sorprendente, pero es el braquial, y no el bíceps, el principal responsable de que la mano vaya hacia el hombro. Por supuesto, a medida que aumenta la resistencia, las fibras musculares del bíceps entran en juego, y es por eso por lo que realizar curls con mucho peso casi siempre provoca el incremento del bíceps.
Sencillo, ¿no? Quizá no tanto. Puesto que cada persona tiene una inserción distinta, en algunos el braquial absorbe la mayoría de la tensión y la función del bíceps es limitada. En otras palabras, el bíceps sólo se esfuerza si el braquial se lo permite.
Al parecer, la solución obvia es aumentar la presión sobre el bíceps incrementando los pesos. Pero como muchos habréis comprobado, esta táctica no siempre funciona.
¿Habéis usado alguna vez el curl con mucho peso y habéis amanecido al día siguiente con dolor en los antebrazos? Esto se debe a que la tensión adicional la asumieron una vez más los braquiales. Son unos músculos muy eficientes.
Por desgracia, esta eficiencia quita al bíceps el estímulo para crecer. Quizá podáis mover más peso, pero el bíceps será del mismo tamaño; una situación muy frustrante.
Si sois culturistas avanzados habréis probado varias técnicas para aislar los bíceps. Esté paso es necesario en el entrenamiento de todo el mundo. Tenemos que descubrir cómo incidir en un músculo con la fuerza adecuada. En el caso del bíceps que no crece la clave es intentar reducir la implicación del braquial lo máximo posible.
Dejad el curl martillo
Si examinamos con qué ejercicios trabaja el braquial, podemos saber qué no debemos hacer. Los curls de martillo, por ejemplo, ejercitan los antebrazos y los braquiales, que están tras el bíceps.
También son más sencillos que el curl habitual. Se puede usar más peso porque la barra reduce la tensión sobre el bíceps. La lógica indica que cuanto más os alejeis de la posición del martillo hacia la de curl tradicional la presión pasará del braquial al bíceps. Debéis mantener la muñeca lo más recta posible.
En el caso del curl con mancuerna, mantened la muñeca un poco inclinada hacia fuera con el meñique ligeramente más elevado que el resto de los dedos. En cambio, cuando se realizan los curls con barra recta y un agarre ancho se trabajan las fibras centrales del bíceps de forma más directa.
No prediqueis
El curl de predicador es el preferido de muchos culturistas, pero también actúa más sobre el braquial.
Entonces, ¿por qué tantos campeones alaban su eficacia? En algunos afortunados, que tienen la anatomía adecuada, el braquial se desarrolla bajo el bíceps y consiguen un mayor pico. Si todos fuéramos así… pero no es el caso.
Según el ‘concepto opuesto’ que hemos mencionado, la mejor manera de evitar cualquier asistencia del braquial y que no se inmiscuya es no inclinarse hacia delante, como en la banco de predicador (Banco Scott), sino desplazarse hacia atrás. El curl en banco inclinado trabaja directamente el bíceps.
Eliminad los curls de predicador de vuestra rutina, sustituidlos por la misma cantidad de series de curl inclinado y veréis la diferencia en pocas semanas.
El Curl en polea, una buena elección
Si ese dolor profundo del bíceps os ha estado evitando, aquí tenéis un movimiento muy efectivo. Lo llamo el curl en polea a dos manos. Prestad atención a cómo se realiza pues una ejecución algo distinta no aportará los resultados deseados.
Probad a hacer sólo este movimiento en vuestra próxima sesión de bíceps. Concentraos para que el músculo se esfuerce durante la parte concéntrica y excéntrica. Seis o 10 series serán suficientes si la intensidad es alta. Para variar podéis hacer dos o tres series de curls de concentración y completar el trabajo.
Curl en polea a dos manos
Todos sabemos de la importancia de unos bíceps llenos y con forma para la imagen general de un culturista. El entrenamiento de bíceps quizá sea el más sencillo de todos en cuanto a ejercicios, pero miles de atletas no consiguen estimular el crecimiento de esta parte del brazo. Es un hecho.
Por suerte también existe una solución. Si estáis entre los que nunca alcanzan una buena contracción de bíceps y el crecimiento que le sigue, no dejéis de leer. Aquí tenéis algunos trucos que os pueden ayudar a cambiar la situación.
El problema del braquial
Aunque muy pocas veces se sabe o se comenta, el curl habitual no incide de forma directa en el bíceps. Al menos, esto es lo que le ocurre a ciertas personas, según su distribución anatómica. Para un grupo de desafortunados, el mayor culpable de esta situación es el músculo braquial, que se sitúa debajo de la parte externa del bíceps.
Es sorprendente, pero es el braquial, y no el bíceps, el principal responsable de que la mano vaya hacia el hombro. Por supuesto, a medida que aumenta la resistencia, las fibras musculares del bíceps entran en juego, y es por eso por lo que realizar curls con mucho peso casi siempre provoca el incremento del bíceps.
Sencillo, ¿no? Quizá no tanto. Puesto que cada persona tiene una inserción distinta, en algunos el braquial absorbe la mayoría de la tensión y la función del bíceps es limitada. En otras palabras, el bíceps sólo se esfuerza si el braquial se lo permite.
Al parecer, la solución obvia es aumentar la presión sobre el bíceps incrementando los pesos. Pero como muchos habréis comprobado, esta táctica no siempre funciona.
¿Habéis usado alguna vez el curl con mucho peso y habéis amanecido al día siguiente con dolor en los antebrazos? Esto se debe a que la tensión adicional la asumieron una vez más los braquiales. Son unos músculos muy eficientes.
Por desgracia, esta eficiencia quita al bíceps el estímulo para crecer. Quizá podáis mover más peso, pero el bíceps será del mismo tamaño; una situación muy frustrante.
Si sois culturistas avanzados habréis probado varias técnicas para aislar los bíceps. Esté paso es necesario en el entrenamiento de todo el mundo. Tenemos que descubrir cómo incidir en un músculo con la fuerza adecuada. En el caso del bíceps que no crece la clave es intentar reducir la implicación del braquial lo máximo posible.
Dejad el curl martillo
Si examinamos con qué ejercicios trabaja el braquial, podemos saber qué no debemos hacer. Los curls de martillo, por ejemplo, ejercitan los antebrazos y los braquiales, que están tras el bíceps.
También son más sencillos que el curl habitual. Se puede usar más peso porque la barra reduce la tensión sobre el bíceps. La lógica indica que cuanto más os alejeis de la posición del martillo hacia la de curl tradicional la presión pasará del braquial al bíceps. Debéis mantener la muñeca lo más recta posible.
En el caso del curl con mancuerna, mantened la muñeca un poco inclinada hacia fuera con el meñique ligeramente más elevado que el resto de los dedos. En cambio, cuando se realizan los curls con barra recta y un agarre ancho se trabajan las fibras centrales del bíceps de forma más directa.
No prediqueis
El curl de predicador es el preferido de muchos culturistas, pero también actúa más sobre el braquial.
Entonces, ¿por qué tantos campeones alaban su eficacia? En algunos afortunados, que tienen la anatomía adecuada, el braquial se desarrolla bajo el bíceps y consiguen un mayor pico. Si todos fuéramos así… pero no es el caso.
Según el ‘concepto opuesto’ que hemos mencionado, la mejor manera de evitar cualquier asistencia del braquial y que no se inmiscuya es no inclinarse hacia delante, como en la banco de predicador (Banco Scott), sino desplazarse hacia atrás. El curl en banco inclinado trabaja directamente el bíceps.
Eliminad los curls de predicador de vuestra rutina, sustituidlos por la misma cantidad de series de curl inclinado y veréis la diferencia en pocas semanas.
El Curl en polea, una buena elección
Si ese dolor profundo del bíceps os ha estado evitando, aquí tenéis un movimiento muy efectivo. Lo llamo el curl en polea a dos manos. Prestad atención a cómo se realiza pues una ejecución algo distinta no aportará los resultados deseados.
Probad a hacer sólo este movimiento en vuestra próxima sesión de bíceps. Concentraos para que el músculo se esfuerce durante la parte concéntrica y excéntrica. Seis o 10 series serán suficientes si la intensidad es alta. Para variar podéis hacer dos o tres series de curls de concentración y completar el trabajo.
Curl en polea a dos manos
- Colocad los cables en cada extremo de la estructura de trabajo en la posición más baja. Usad dos agarres metálicos o dos cuerdas en V, según os convenga.
- Utilizad un peso que os permita seguir una forma estricta.
- Recordar que es mejor hacer más repeticiones que hacer trampa con demasiado peso.
- Utilizad un agarre por debajo de las manos y coged uno con cada mano.
- Mantened los codos lo más pegados posible al cuerpo y elevad el peso sin dejar que suban los codos durante el curl ya que esto trasladaría la tensión a los deltoides frontales y pectoral menor.
- Llegad a una contracción completa y apretad fuerte en el punto alto del movimiento. Realizad 10 repeticiones y descansad menos de un minuto entre series.
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