Este principio afirma que los músculos responden de forma más favorable
cuando son puestos bajo tensión continua sin fases de descanso entre
repeticiones; esto se puede conseguir de varias formas como evitar los
periodos de descanso (pausas) al inicio o al final de un movimiento,
minimizar los impulsos que pueden provocar una fase considerable de
desaceleración a fniales de un movimiento (caracterizada por la
disminución de la activación muscular), o no realizar toda la amplitud
del movimiento de la parte final de ciertas rutinas.
Las
investigaciones soportan la idea de que entrenar bajo condiciones de
tensión continua puede proporcionar un estímulo potente para la hipertrofia
muscular, aún cuando son usadas cargas relativamente livianas; el
verdadero beneficio por detrás de este principio probablemente tiene
menos que ver con la reducción del impulso y más que ver con una
restricción temporal de la circulación sanguínea en los músculos
trabajados.
Las contracciones musculares repetitivas provocan una
compresión de los vasos sanguíneos, impidiendo tanto la entrada como la
salida de sangre durante el ejercicio y creando un ambiente
intramuscular hipóxico; existen evidencias de que el efecto hipóxico es
un factor que puede provocar una respuesta hipertrófica y se piensa que
esto se realiza a través del aumento de metabólitos y de la reducción de
los niveles de pH asociados a ese tipo de entrenamiento.
Además
se cree que esos factores potencian el desarrollo muscular a través de
varios mecanismos incluyendo el reclutamiento de las fibras musculares,
elevaciones temporales de los niveles de hormonas anabólicas,
alteraciones en las miocinas, producción de especies de oxígeno
reactivas y/o hinchazón de las células (congestión muscular).
Aplicaciones prácticas
Cuando se está realizando ejercicios básicos como las sentadillas, el peso muerto, el press y las elevaciones de tronco, el practicante debe enfocarse en levantar pesos
pesados usando los movimientos completos e intentar batir récords
personales; lo mejor es poner el mayor esfuerzo y descansar al final o
al principio del movimiento sacando una ventaja en el aumento del
impulso cuando se necesite.
También se puede lograr una
combinación con el principio de repeticiones parciales, porque a medida
en que algunos movimientos se desarrollan, se llega a una completa
pérdida de la torsión y de la activación muscular del músculo objetivo;
por ejemplo la parte final de las aperturas (crucifijo) con mancuernas o
pull-over con mancuerna, el fallo proporciona la tensión adecuada en el
músculo objetivo y en este caso las repeticiones parciales en que solo
se levanta el peso hasta dos tercios del movimiento puede ser ideal para
esos movimientos ya que permite una tensión más consistente en los
músculos.
Al realizar movimientos como aperturas con mancuernas,
pull-overs, hip thrusts, curls, y extensiones de tríceps, el enfoque
debería estar en mantener una tensión continua en los músculos objetivo
sin depender del impulso para realizar el movimiento; en este caso hasta
se puede limitar la amplitud del movimiento con un esfuerzo máximo de
los músculos contra la resistencia.
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jueves, 31 de enero de 2013
Ejercicios y rutinas: El principio de la tensión continua
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